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Con el auspicio del ex panista René Bolio, buscaron crear desórdenes en la isla, señala el diario

Granma confirma detención de mexicanos durante la visita de Benedicto XVI a Cuba

El viaje de Calderón a La Habana, sólo después de que cuatro jóvenes fueron liberados y repatriados

Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 1º de agosto de 2012, p. 15

La Habana, 31 de julio. El diario oficial Granma confirmó hoy en un editorial que cuatro mexicanos estuvieron detenidos en Cuba en marzo pasado, acusados de intentar desórdenes durante la visita del papa Benedicto XVI, con el auspicio de René Bolio Hallorán, ex senador suplente del Partido Acción Nacional (PAN).

Esta es la primera versión oficial del caso, el cual reportó La Jornada el pasado 13 de abril. Según pudo saber este diario, el episodio estuvo a punto de causar la suspensión del viaje del presidente Felipe Calderón a la isla, que al final se realizó del 11 al 12 de abril, después de que el país liberó y repatrió a los detenidos.

Bolio es líder de la asociación política nacional Alianza Social. En 2007 renunció al PAN –después de dos décadas de militancia– para intentar la formación de un partido ultraderechista, inspirado en el viejo sinarquismo.

Ha trabajado en el gobierno cerca de José Luis Luege Tamargo, actual director general de la Comisión Nacional del Agua, y fue senador suplente por el Distrito Federal, en la fórmula plurinominal que encabezó Cecilia Romero (2000-2006).

Silencio de ambos gobiernos

Hasta ahora los dos gobiernos habían guardado silencio sobre el caso. En medios oficiales mexicanos se interpretaron las detenciones como una presión para abortar cualquier intento de Calderón o su comitiva de entrevistarse con opositores en la isla.

Tras la muerte del líder católico opositor Oswaldo Payá –el pasado 22 de julio–, Calderón guardó un minuto de silencio y reveló que quiso hablar con el disidente en la isla, pero no fue posible. Los dos párrafos del editorial de Granma dedicados a los mexicanos parecen una réplica indirecta al mandatario.

En el mismo comentario, el órgano del Partido Comunista de Cuba informó que Ángel Carromero, el dirigente juvenil español del Partido Popular que manejaba el auto en que murió Payá, se encuentra instruido de cargo por homicidio.

La instrucción penal cubana es la investigación policial, durante la cual una persona puede estar detenida meses sin acusaciones. Sólo al final de esa fase el expediente pasa a la fiscalía, que formula cargos ante el tribunal. El homicidio se castiga en Cuba con prisión de siete a 15 años.

Granma indicó que ocho jóvenes mexicanos viajaron en marzo a Cuba como turistas, con el objetivo de incitar al pueblo a protestar en las calles y a tomar iglesias, distribuir volantes y crear desórdenes en las actividades papales.

Según la versión, los cuatro detenidos reconocieron haber recibido pago y entrenamiento de Orlando Gutiérrez Boronat, del grupo anticastrista Directorio Democrático Cubano, de Miami. Agregó que el “jefe del operativo” en México fue Bolio, vinculado estrechamente a cabecillas de la mafia de Miami.

La Jornada pudo saber que los detenidos eran jóvenes católicos de bajo nivel cultural: al menos uno de Jalisco y dos del estado de México, y dos de filiación panista. Las autoridades les decomisaron aquí miles de panfletos contra el gobierno cubano.

El conflicto entre los dos gobiernos se disparó por el hermetismo de los cubanos. La Habana informó a México por primera vez del caso cuando ya se había ido el Papa, es decir, más de una semana después de los arrestos.

Durante la Semana Santa, personal consular pudo visitar a los detenidos en Villa Marista. En Los Pinos se consideró la opción de suspender la visita presidencial.

La situación se alivió el sábado 7 de abril, cuando los mexicanos fueron expulsados sin acusaciones. Horas antes de la llegada de Calderón, el canciller Bruno Rodríguez pidió una entrevista urgente a su colega Patricia Espinosa, quien ya estaba en La Habana. El cubano pudo haber ofrecido ahí la explicación del caso.