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En ríspida sesión, representante del nuevo gobierno dice que no hubo quiebre institucional

La OEA enviará misión a Paraguay que evaluará la destitución de Fernando Lugo

El mandatario removido afirma que sólo un milagro lo hará regresar al poder

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Federico Franco (derecha), presidente paraguayo, tomó protesta ayer al nuevo ministro de Educación en el palacio de gobierno, en AsunciónFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Miércoles 27 de junio de 2012, p. 37

Washington, 26 de junio. La Organización de Estados Americanos (OEA) tuvo hoy una accidentada sesión extraordinaria sobre la situación en Paraguay, tras la destitución de Fernando Lugo como presidente, en la cual el nuevo gobierno paraguayo subrayó que no hubo quiebre constitucional, frente a severas críticas de países latinoamericanos.

La reunión terminó sin consenso, por lo cual el consejo permanente del organismo no pudo adoptar medidas concretas para enfrentar la crisis política. Pero el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, anunció que enviará una misión a Paraguay que evaluará la destitución de Lugo y la asunción del nuevo gobierno, encabezado por Federico Franco.

Tras la prolongada y acalorada reunión entre los 34 miembros activos del foro continental, Insulza manifestó que consideraba su deber recabar todos los antecedentes que este consejo requiere para tomar decisiones.

Explicó que la misión se reunirá con Fernando Lugo y otros actores políticos, y contempla visitar otras naciones de la región, así como llevar los resultados al organismo a mediados de la semana próxima.

La organización, sin facultades para intervenir: Insulza

De manera previa, Insulza declaró a una emisora radial chilena que la OEA carece de facultades para intervenir en la crisis de Paraguay. Sin embargo, estimó que se percibe una salida democrática y constitucional en las elecciones que se efectuarán en el país sudamericano el año próximo, por lo que ahora sólo queda buscar formas de ir aplacando y tranquilizando la crisis.

El embajador de Paraguay ante la OEA, Bernardino Saguier, advirtió a las naciones de la región contra cualquier acción injerencista, sea de índole política o económica. Antes explicó su situación, ya que después de representar al gobierno de Lugo aceptó seguir en su cargo con el nuevo gobierno, convencido de que en su país se cumplieron las normas constitucionales.

Destacó que Lugo aceptó someterse a juicio político y acatar su resultado. Aseveró que él participó en gestiones, en las que Lugo se proponía denunciar la ruptura del orden democrático ante la OEA. Pero no se hizo uso de esa facultad, agregó Saguier, por lo que ahora exigió que la comunidad internacional respete la decisión del Congreso y no intervenga en un asunto interno.

Venezuela criticó que la OEA haya tenido una respuesta tímida ante el circo en el parlamento paraguayo, que destituyó a Lugo y ahora pretende revestir de seriedad. El representante venezolano, Roy Chaderton, calificó de rebaño de dinosaurios al grupo de legisladores que sin pruebas y en pocas horas destituyó a un presidente legítimamente electo por su pueblo.

El destituido presidente paraguayo, Fernando Lugo, declaró en Asunción que sólo un milagro lo hará regresar al poder, porque tiene cerradas las puertas jurídicas y políticas en el país, pero anunció una cruzada para explicar a los ciudadanos los entretelones del veloz juicio del Congreso, que lo alejó del gobierno con la acusación de mal desempeño de sus funciones.

“Hay una posibilidad quizás imposible, milagrosa, de que el parlamento pueda decir nos hemos equivocado y damos marcha atrás. Queda el camino político, el consenso en el parlamento, pero me parece imposible", agregó Lugo.

Mientras tanto, Cuba anunció este martes el retiro de su embajador en Paraguay, Bernardo Guanche Hernández, en rechazo a la destitución de Lugo. Destacó que la decisión se debe a la declaración de la cancillería del 23 de junio, de que el gobierno cubano no reconocerá autoridad alguna que no emane del sufragio legítimo y el ejercicio de la soberanía por el pueblo paraguayo.

Ecuador informó que da por terminadas las funciones de su embajador, Julio Prado, ante el gobierno paraguayo, debido a la lamentable situación política que vive esa nación. Comentó que no reconocerá a otro gobierno que no sea el de Lugo, e instó a los paraguayos a retomar el cauce democrático de manera pacífica.

El nuevo gobierno de Franco se encuentra aislado regionalmente, luego de que Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, Venezuela, Perú y Uruguay retiraron o llamaron a consultas a sus embajadores en Asunción.