Diego García asegura que nada le quita el sueño, porque tiene muy bien definida su meta en Londres: subir al podio el 8 de agosto para convertirse en campeón olímpico de taekwondo.

El mexiquense, de 22 años de edad, cuenta los días para hacer su debut en la cita veraniega en la categoría de 58 kilogramos, con el compromiso de conservar el título del michoacano Guillermo Pérez, obtenido hace cuatro años en Pekín.

Después de haber ganado otra de las plazas olímpicas que generó controversia para dejar la suplencia a Damián Villa, y tras la gira en Corea, Diego no ha cesado en su empeño por trascender, a pesar de ser un novato con poca experiencia y sin estar colocado entre los 10 primeros lugares del mundo.

Al taekwondoísta de Satélite no le molesta, al contrario, eso le hacer superar las adversidades, pero también aclara no estar presionado, porque él va a disfrutar lo que le gusta: la competencia.

“No lo veo así, cuando ganó Memo nos enseñó muchas cosas. Él no era favorito, salió en su día y con mucha hambre de triunfo. Espero llegar en la mejor forma física, porque para eso me estoy entrenando y me siento bien.

No voy a Londres a ver qué va a pasar. La meta es ser campeón olímpico y lo voy a lograr, afirmó tajante Diego, tras una larga espera que lo dejó inactivo más de un año por una fractura de ligamentos en la rodilla izquierda y regresó al taekwondo para ganar la plaza a Londres.

En la medida que se acerca el compromiso británico, los taekwondoístas siguen su preparación con el entrenador José Luis Onofre en el gimnasio del Centro Deportivo Olímpico Mexicano. Ayer fue otro día más.

Diego, Jannet Alegría (48) y Erik Osornio (68) realizan tres sesiones y cuatro combates diarios con petos electrónicos. Estudian en video a sus rivales e intercambian opiniones sobre la estrategia que aplicarán, aunque al principio y al final de cada entrenamiento elevan oraciones, se inclinan ante el sensei, se abrazan, saltan y gritan para comenzar de nuevo el siguiente día.