Política
Ver día anteriorMartes 19 de junio de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
Cumbre del G-20

Alemania se verá sometida a grandes presiones, pues sigue un camino egoísta, advierten

La existencia de la UE está en riesgo por las crisis económicas: analistas

Derrumbes financieros de España, Italia y Portugal pueden provocar el caos en la zona

Foto
El presidente Felipe Calderón da la bienvenida al mandatario de China, Hu Jintao, en San José del CaboFoto José Carlo González
Enviada y corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 19 de junio de 2012, p. 7

La Paz BCS, 18 de junio. La crisis económica que viven países de la Unión Europea puede extenderse a varias naciones y esto pone en riesgo su misma existencia, advierten expertos. A pesar de los resultados de las elecciones en Grecia –donde el domingo ganaron los conservadores–, que parecen favorecer las políticas de la región, hay otros países, como Portugal y España, que pueden caer en insolvencia.

A partir de este lunes, que formalmente comenzó la cumbre del G-20, se prevé que las presiones hacia Alemania crezcan, ya que este país es el que pone mayores exigencias al resto de las naciones que forman la Unión Europea, y también es al que mejor le ha ido con el euro, la moneda común, agregaron por separado Peter Wahl, de las organizaciones alemanas Economía Mundial, Ecología y Desarrollo, y Peter Lanzet, de Servicios Protestantes para el Desarrollo (EED, por sus siglas en inglés), integrantes de la Coalición Internacional Frente al G-20.

Representantes de organizaciones internacionales evaluaron la actual situación de la Unión Europea, en el contexto de la denominada Cumbre de los Pueblos frente al G-20, la cual cuenta con escasa asistencia, ya que la Coalición Surcaliforniana no fue capaz de convocar a las agrupaciones y afectados ambientales, que son los de mayor presencia en la región.

Acecha el resurgimiento de los nacionalismos

Peter Wahl estimó que de la reunión que se realiza en Los Cabos, a 250 kilómetros de este puerto, se puede esperar un poco de presión sobre Alemania para que abandone la política que no funciona. Consideró que se requieren inversiones y una nueva política de energía sostenible, y si no hay solución a la crisis, tomando en consideración los intereses de la gente que la sufre, van a surgir el nacionalismo, las contradicciones entre las naciones europeas, y la Unión Europea revivirá los conflictos que ya hemos sufrido: las guerras mundiales.

Indicó en entrevista que los resultados de las elecciones en Grecia no cambian la situación, porque es una economía pequeña, representa alrededor de 2 por ciento del producto interno bruto de la Unión Europea. El problema fundamental son España e Italia. Cuando estas economías caigan en la situación de Grecia, la Unión Europea dejará de existir.

Además, si la crisis se agudiza habrá repercusiones en la economía mundial; por eso el interés de lograr una solución, pero soy pesimista de que Alemania tome una buena decisión. Este país sigue un camino egoísta que ve sólo sus intereses e impone a los otros una política de austeridad que es insostenible.

Por su parte, Peter Lanzet, de EED, se refirió a que no hay muchas esperanzas de que la cumbre del G-20 pueda dar resultados. Hay muchos intereses de países desarrollados y de los emergentes; lo que salga de la cumbre no será bueno para las naciones. Consideró que el resultado de los comicios de Grecia no es bueno; la crisis seguirá creciendo cada vez más, llegará a un punto de no retorno. No se puede esperar que Alemania pague todo, pero es un país al que le ha ido bien con el euro, ha aprovechado el crecimiento, pero también tienen que ayudar Austria, Finlandia y Holanda.

Consideró probable que en esa cumbre se aborde el tema de la soberanía alimentaria, pero no para resolver la pobreza. “Hay alrededor de mil 400 millones de personas con hambre, hay una alta inseguridad alimentaria. Es una población que no puede comer tres veces al día.

“Tenemos que tomar en cuenta que se debe dejar de elevar el precio de los alimentos y dejar de usar tierras agrícolas para la producción de biocombustibles. Las grandes multinacionales utilizan las tierras para esa actividad, lo que provoca también el hambre de las personas.