Sociedad y Justicia
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Se extraen sangre 4 personas frente a la sede del Banco de México

Exigen agrupaciones cese a las políticas depredadoras que pactarán en la cita
 
Periódico La Jornada
Viernes 15 de junio de 2012, p. 45

Para que el gobierno no nos saque más sangre, cuatro ciudadanos se extrajeron y posaron con los brazos cubiertos del plasma, junto a instalaciones del Banco de México, el cual fue clausurado simbólicamente por integrantes de la Coalición Mexicana del G-20.

Como parte de las protestas por la cumbre que comienza el próximo lunes en Los Cabos, esta coalición integrada por unas 300 organizaciones nacionales e internacionales realizan foros temáticos desde ayer, este viernes marcharán al Zócalo y el sábado las protestas se trasladarán a La Paz, Baja California Sur.

Magdalena Salcido, la única mujer de las cuatro personas que para apoyar la movilización decidieron sacarse sangre del brazos, dijo que pertenece a El Barzón y que con esta acción querían hacer clara su protesta por las políticas neoliberales que aplica el gobierno mexicano.

Con una enorme manta, decenas de personas se apostaron frente a la puerta principal del Banco de México, donde demandaron el cese a la aplicación de las políticas depredadoras del G+20. Esta institución es la encargada de aplicar las recetas de los organismos internacionales, señalaron.

Andrés Peñaloza, integrante de la Coalición Mexicana frente al G-20, informó que mes y medio después de haber emplazado a la cumbre –a través de su presidencia pro témpore que reside en el titular del Ejecutivo, Felipe Calderón– para realizar un debate público de confrontación respetuosa de posiciones sobre la crisis mundial y examinar soluciones alternativas a la misma, el gobierno mexicano no aceptó el debate, bajo el argumento que debido al intenso programa de trabajo de los líderes del G-20 durante la cumbre se dificulta efectuar reuniones paralelas como las que proponen.

A través del subsecretario de Relaciones Exteriores, Juan Manuel Gómez Robledo, el gobierno federal tampoco garantizó las condiciones de seguridad reclamadas por los organizadores de la cumbre de los pueblos frente al G-20. Lo único que se les planteó fue recomendar que se pusieran en contacto con el responsable de seguridad de la cancillería. Después de Peñaloza, intervinieron diferentes representantes de organizaciones en rechazo a la cumbre.