Empresas generadas por la comunidad de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) contarán con el apoyo de la institución gracias a un sistema de incubadoras, impulsado por la Coordinación de Innovación y Desarrollo (CID).

Ayer se informó que los proyectos empresariales constituidos por alumnos, académicos y ex estudiantes universitarios fueron seleccionados tras un importante proceso de clasificación para ser incubadas dentro de la UNAM.

Se trata de 21 empresas, elegidas de un total de 42, que trabajan en temas como equipos biomédicos, fabricación de joyería, sistemas de información y agroconservas, entre otros.

Los ganadores obtendrán acompañamiento y asesoría de expertos de la UNAM a lo largo de todos los pasos hasta que sus conocimientos originales adquieran valor y puedan convertirse en negocios fructíferos. Esto incluye la protección a la propiedad intelectual de un invento, estudios de mercado, herramientas financieras y alianzas con actores externos a la universidad.

Innovación y viabilidad

Los proyectos seleccionados para participar en el Sistema de Incubadoras de Empresas InnovaUNAM debieron demostrar potencial y viabilidad como negocio, así como poseer componentes nuevos y mostrar un alto grado de compromiso.

El objetivo de la CID, creada en 2008 por instrucciones del rector José Narro, es apoyar la transferencia de conocimientos, tecnologías y productos desarrollados en la UNAM a organismos y empresas de los sectores público, social y privado, para intensificar su aprovechamiento por la sociedad.

La CID informó que el proceso de selección se realizó en tres fases: una entrevista en alguna de las nueve unidades de vinculación con las que cuenta el programa InnovaUNAM; una evaluación de un comité interno, y otra por un comité externo.

De 42 proyectos que solicitaron el apoyo, 37 llegaron a la final. Los cinco que no alcanzaron la meta fueron canalizados a un programa de preincubación, para fortalecerlos y que puedan participar en futuras convocatorias.

En la etapa final, los competidores fueron evaluados durante tres días por un comité externo a la UNAM en el que participaron más de 100 examinadores invitados, incluyendo empresarios, autoridades de gobierno, investigadores en innovación y profesionales vinculados con el ecosistema.