jornada


letraese

Número 191
Jueves 7 de Junio
de 2012



Director fundador
CARLOS PAYAN VELVER

Directora general
CARMEN LIRA SAADE

Director:
Alejandro Brito Lemus

pruebate



editorial

Joaquín Hurtado

Preguntas

¿Dónde está Alberto? ¿Oyen  esos ruidos en su cuarto en medio de la noche? ¿Es verdad que el muchacho ha perdido veinte kilos en tres meses? ¿Por qué razón ya no contesta el teléfono? ¿No les parece extraño que no responda los correos electrónicos y que ya no publique en Facebook? ¿Qué tan cierto es que muy seguido lo veían en un bar con gente rarita? ¿Caería en las drogas?
¿Por qué renunció a su trabajo si ganaba superbién? ¿Y eso de abandonar sus estudios de maestría de la noche a la mañana? ¿No es extraño el silencio de su hermana? ¿La ven esconder esa cara tan demacrada, como si pasara las noches en vela? ¿Ya supieron que la familia regaló sus dos adorados perros y sus treinta canarios? ¿Cuánto tiempo tiene sin venir a la iglesia? ¿Se cambiaría de ciudad, lo secuestrarían? ¿Estará metido en líos judiciales?
¿Y su señora madre por qué responde tan huraña? ¿Qué le hemos hecho si ya ni los buenos días nos da? ¿Y el montón de medicinas que compró su hermana? ¿Para quién serán los pañales de adulto que llevaba en el carrito del súper? ¿Vieron la ambulancia que llegó a su portón?¿Por qué no nos abrieron la puerta cuando fuimos a preguntar y a ofrecer nuestro apoyo? ¿Qué diablos esconde la familia? ¿Por qué el papá se fue  repentinamente a vivir a Estados Unidos y no se despidió de nadie?
¿Supieron que dijo la hermana que no deseaban visitas inoportunas en un trance tan difícil? ¿Tan difícil? ¿Por qué se han portado tan tajantes, ellos que organizaban y estimulaban la unión vecinal? ¿Se fijaron que nadie ha movido el coche de Alberto y ni se le ve el color de tanto polvo acumulado? ¿A qué viene siempre un chico de modales tan delicados que jamás habíamos visto? ¿Quiénes son los tipos con aspecto de médicos que invaden nuestras cocheras? ¿Ya notaron que la luz de su cuarto está siempre apagada, que ya nadie se asoma a la terraza, ni se le ha visto trotando en el parque?
¿Cuál será el problema que aqueja a Alberto para que haya renunciado a su vida social en tan poco tiempo? ¿Tendría novia, si nunca le conocimos a ninguna amiga?¿Será verdad lo que dijo mi esposo que ese muchacho andaba en  la cuerda floja, pisando base en el otro bando? ¿Cómo no comprende esa gente que también nosotros tenemos derecho a saber qué sucede, qué peligro se cierne sobre nuestra seguridad, sobre la integridad de nuestros niños?
¿Por qué el gobierno no manda un equipo de investigadores, de científicos, a desentrañar el misterio de esa vivienda, a ponerla en cuarentena? ¿Por qué la prensa no nos hace caso cada vez que reportamos los movimientos extraños que allí suceden? ¿Creerán que nuestro legítimo interés es sólo por el morbo o para alimentar el chisme? ¿Cómo es que no vienen los militares a corroborar nuestras sospechas? ¿Y si de pronto la situación se sale de control? ¿Y si esa cosa que tiene a Alberto convertido en un fantasma empieza a cundir por todo el barrio? ¿No se dan cuenta de la pérdida en la plusvalía de nuestra inversión inmobiliaria? ¿Por qué nadie nos responde?

 

 

 


S U B I R