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El mayordomo de Benedicto XVI, sereno y dispuesto a colaborar, asegura su abogado

Niega el Vaticano que se investigue a un cardenal por la filtración de documentos

Tampoco hay una sospechosa; una comisión del Papa continúa los interrogatorios: vocero

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Federico Lombardi, vocero del Papa, reconoció ayer ante la prensa que el escándalo de las filtraciones podría dañar a la Iglesia y poner a prueba la confianza en el VaticanoFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Martes 29 de mayo de 2012, p. 26

Ciudad del Vaticano, 28 de mayo. El Vaticano desmintió hoy categóricamente que un cardenal figure entre quienes filtraron documentos secretos y sea el responsable de manipular a Paolo Gabriele –mayordomo de Benedicto XVI–, detenido la semana pasada acusado de filtrar documentación privada del máximo jefe de la Iglesia católica.

Aunque desmintió los reportes de que el mayordomo conocido como Paoleto era apenas un mensajero en una encumbrada lucha de poder en la sede eclesiástica, el Vaticano reconoció que el escándalo pondrá a prueba la fe de los católicos.

Desmiento que se sospeche de un cardenal, italiano o no, declaró a la prensa Federico Lombardi, vocero del Papa.

Tampoco hay una mujer bajo sospecha, como escribió la prensa. Los interrogatorios que realiza una comisión de cardenales formada por el Papa no han terminado, aseguró el vocero.

La comisión recaba testimonios y tiene la tarea de referir todo a Benedicto XVI, explicó Lombardi, sin precisar el tiempo que tardará la investigación.

Agregó que esto naturalmente puede dañar a la Iglesia y poner a prueba la confianza en ella.

El escándalo que envuelve a la jerarquía de la Iglesia católica, comparable al que sacudió el pontificado de Juan Pablo II con la misteriosa muerte del llamado banquero de Dios en la década de los 80, afecta la credibilidad de la institución, según algunos analistas.

Los diarios italianos, que citan fuentes en el Vaticano, reportaron que Paoleto es un chivo expiatorio y fue castigado debido a que la Iglesia no estaba dispuesta a involucrar a los cardenales que están detrás de las filtraciones sobre la situación fiscal de la Iglesia, y los escándalos de los legionarios de Cristo, entre otras cuestiones.

Hay filtradores entre los cardenales, pero la Secretaría del Estado no podía decir eso; por eso arrestaron al sirviente, que sólo entregaba cartas en nombre de otros, dijo una de las fuentes, citó el diario La Repubblica.

La Secretaría del Estado es administrada por el cardenal Tarcisio Bertone, la poderosa mano derecha del Papa alemán, y el escándalo parece involucrar una lucha entre sus aliados y sus enemigos que recuerda las conspiraciones del Renacimiento dentro del Vaticano.

Personas ligadas a las filtraciones citadas por La Stampa, La Repubblica y otros medios dijeron que el caso tiene un alcance mucho mayor.

Era sólo el brazo, hay que buscar la mente, pidió el diario Il Fatto Quotidiano.

Carlo Fusco, el abogado del mayordomo de 46 años, dijo que su cliente cooperará con los investigadores que intentan dar con otros sospechosos.

Indicó que Gabriele se encuentra sereno y declaró al juez que ofrecerá la más amplia colaboración.

En caso de que sea hallado culpable, podría enfrentar una condena hasta de 30 años de cárcel por posesión ilegal de documentos de un jefe de Estado, a cumplir en una prisión italiana conforme a un acuerdo existente para estos casos entre Roma y El Vaticano.

El escándalo, que ya se conoce como Vatileaks, con la publicación de cartas reservadas y documentos internos dirigidos a Ratzinger y su secretario privado, ilustran la guerra interna entre sectores conservadores que luchan por el poder y por ocupar puestos importantes dentro de la institución ante la posibilidad de una próxima elección pontificia, tomando en cuenta la edad de Benedicto XVI (85 años).