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Prepara exposición para 2013, adelanta

Terminé la versión femenina de Yacente, dice Reynaldo Velázquez

Esa talla en madera figurará en la muestra

Foto
Reynaldo Velázquez, junto con algunas de sus tallas, en imagen incluida en el catálogo El cuerpo del libro
 
Periódico La Jornada
Sábado 12 de mayo de 2012, p. 4

Las representaciones de cuerpos desnudos caracterizan la talla en madera que desde hace alrededor de 34 años realiza el escultor chiapaneco Reynaldo Velázquez.

Desde entonces, el artista ha creado un número importante de piezas de variados formatos y participado en muchas exposiciones colectivas e individuales.

Asimismo, Velázquez manifiesta que ignora dónde están muchas de sus obras y algunas de las piezas –las cuales ya ni recordaba– están en venta en diversas páginas web.

Esto sucede cuando se vende la obra a una persona o coleccionista; la mayoría de las veces, uno no se entera si la pieza se quedó en México o fue llevada al extranjero, manifiesta.

Eso, prosigue, se torna complejo porque cuando uno requiere las piezas para montarlas en alguna exposición es prácticamente imposible rastrearlas a menos que el comprador o coleccionista sea algún conocido.

Si el comprador no es un coleccionista formal y la venta se realiza por conducto de las galerías, las obras tienen un destino casi indescifrable, explica.

Es el caso, ejemplifica Velázquez, de la obra Yacente, escultura de un hombre en esa posición y que varias veces ha sido expuesta.

La talla un hombre adulto en tamaño real es una de las creaciones más famosas del artista: “Es un personaje que está acostado y es una pieza que tiene una historia singular, porque sobre la madera en la que esculpí fue el catre de mi abuela. Ella se lo heredó a mi padre y él a mí.

“Por ejemplo, esa obra la vendí, pero la persona que la compró nunca se la llevó y la mantuve guardada hasta que un extranjero se interesó por ella. Después de un tiempo, entre ambos se hizo un arreglo y es el momento en que no sé cuál fue el destino de Yacente”.

Reynaldo Velázquez no sabe cuántas obras ha realizado, porque carece de un registro de creaciones.

–¿No tiene fotografías?

–No, ni eso tengo. Así son las cuestiones del libre mercado y en el caso de Yacente no sabemos en manos de quién está para que nos preste la obra y sea posible incluirla en una próxima exposición.

De hecho, destaca, “apenas concluí la versión femenina de Yacente, la cual será expuesta por primera vez en una muestra que se prepara y organiza para marzo de 2013 en el contexto del Festival de México”.

En tanto, en octubre de este año el escultor expondrá una pieza en la colectiva Tzompantli, que será abierta en el Antiguo Palacio del Arzobispado con alrededor de 45 piezas.

Sensualidad y flagelación

En la muestra, Velázquez expondrá un Chac Mool, el cual mide 1.90 metros que, entre sus particularidades, destaca por ser “una estilización articulada de la escultura prehispánica que conocemos y además exhibe una erección, razón por la cual –cree el artista– se ha tenido que cambiar la sede del montaje de la propuesta inicial.

Se puede decir que es una síntesis de lo que se conoce como un Chac Mool, el cual sabemos es un elemento solemne en las culturas prehispánicas y sus rituales.

En su taller, ubicado en la colonia Aragón, Reynaldo Velázquez posee formones, gubias, lijas e innumerables troncos que esperan ser tallados para mostrar a los espectadores diversas representaciones de la figura humana: hombres, mujeres y niños.

La calidad de su quehacer artístico es patente en las esculturas de mediano y pequeño formatos, en la atractiva encuadernación de libros y, sobre todo, en los cuerpos desnudos que talla y pueden llegar a exhibir –según el momento– sensualidad, tortura o flagelación.

La finalidad, explica Reynaldo Velázquez, es optimizar los troncos como se encuentran en su estado original, y a partir de lo que nos ofrece la naturaleza, sólo tallo la figura y aprovecho las formas naturales.