Dirigentes del magisterio disidente y especialistas en el sector educativo llamaron a los maestros del país a mantener la lucha contra la evaluación universal, al considerar que es la madre de todas las batallas contra un modelo que busca consolidar la privatización de la educación. Por ello, emplazaron a la Secretaría de Educación Pública (SEP) a participar en un debate teórico, político y jurídico, que sea abierto y nacional, en el que exponga sus argumentos para imponer una prueba estandarizada y de qué servirá para mejorar la calidad educativa.

Reunidos en el Foro Nacional contra la Evaluación Universal y la Política Educativa Neoliberal, César Navarro Gallegos, investigador del Instituto José María Luis Mora, y Sergio Espinal, ex dirigente del magisterio democrático de la sección 18 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), señalaron que el mecanismo para aplicar reformas estructurales en este sector ha sido la evaluación. Con el pretexto de que no hay una formación de calidad buscan controlar la selección, permanencia y expulsión de los docentes.

En el encuentro, al que asistió Luis Hernández Navarro, coordinador de Opinión de esta casa editorial –quien destacó la persistente ofensiva contra el maestro y la educación pública, encabezada por el sector empresarial y sus asociaciones, como Mexicanos Primero– los dirigentes magisteriales del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) Democrático del SNTE convocaron a la unidad de acción a todas las fuerzas democráticas del magisterio disidente para encabezar una lucha frontal, en todos los rincones del país, contra la evaluación universal, pero también contra la Evaluación Nacional de logro Académico en Centros Escolares (Enlace).

La Semana Nacional de la Evaluación y la aplicación de la prueba estandarizada, explicó Espinal, forman parte de un mismo proceso que busca acabar con el maestro como agente de cambio social y cultural, y convertirlo en un empleado multitareas, basado en competencias creadas para un modelo educativo neoliberal. En el fondo, lo que se busca es arrasar no sólo con las condiciones laborales del magisterio, sino con un perfil de docente comprometido con su comunidad y con la formación de ciudadanos críticos.

Navarro Gallegos afirmó que un tema fundamental de la Alianza por la Calidad de la Educación (ACE) es que sin necesidad de reformar la Constitución, al igual que ocurrió con el Acuerdo Nacional para la Modernización Educativa, se imponen verdaderas reformas estructurales en el sector que legaliza lo ilegal.

Advirtió que de aplicarse este 24 de junio la evaluación universal a 550 mil docentes de primaria iniciará el camino para la desregulación laboral del magisterio. Desde hace cinco años lograron imponer un modelo de selección de ingreso al sistema educativo, y ahora buscan controlar la permanencia y la expulsión de los docentes.

Artemio Ortiz Hurtado, secretario general del CEN-Democrático del SNTE, convocó a los profesores a sumarse a las acciones para frenar la ACE y la evaluación universal desde lo jurídico, por conducto de amparos, pero también con acciones concretas, como la manifestación directa en los centros de aplicación, además de la recolección de materiales con que pretenden aplicar la prueba en todo el país, y aseguró que es una lucha en la que deben participar padres de familia y alumnos.