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El Hobbit Bermúdez consiguió un doblete para Las Águilas

América, casi con ambos pies en las semifinales, al vencer 3-1 al Pachuca
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Christian Benítez (izquierda), del América, disputa el balón a Arturo Ledesma, del Pachuca, en el juego de anocheFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Jueves 3 de mayo de 2012, p. a47

El América no metió un pie a las semifinales de la Liguilla. No, fueron casi los dos, porque el pesado 3-1 parece irreversible. Lograrlo le costó gran parte del primer tiempo; en el forcejeo, dos escuadras querían lo mismo, pero los azulcremas sometieron al Pachuca en el estadio Hidalgo. Con doblete de Christian Hobbit Bermúdez y uno de Jesús Molina.

El América tenía claro el plan de inicio: jugar vertical, oficio ofensivo sin concesión. No transcurrían ni 60 segundos cuando Cristian Benítez pisó el acelerador y entró al área rival, un recorte ante la asombrada zaga tuza y ya había disparado el primer susto del duelo, que tajó al arquero del Pachuca Rodolfo Cota.

La pelea entonces se volvió intensa; los Tuzos respondieron con la misma voluntad de sacar ventaja en este primer episodio. Javier Muñoz Mustafá mandó un centro para Segundo Castillo, quien no pudo rematar con la dirección necesaria; fue el primer aviso para el América.

Félix Borja protagonizó dos jugadas con las que en sólo un par de minutos dio visos de que podía ser el jugador más letal para los azulcremas.

Después de una serie de toques, Borja encontró el espacio suficiente para mandar un tiro que salió apenas desviado, para fortuna de los americanistas.

Segundos después, de nuevo Borja ganó la espalda a la zaga de las Águilas pero mandó un centro defectuso que ninguno de los atacantes tuzos pudo aprovechar, y todavía tuvo otra frente a la media luna que no se convirtió en gol, gracias a la pierna fuerte y oportuna de Erik Pimentel, quien le impidió resolver el tiro.

El forcejeo parecía dificultar que cayera una anotación con jugadas elaboradas; tenía que ser la sorpresa o a balón parado. Fue así como en un córner apareció Jesús Molina, emergiendo entre un mar de cabezas confundidas. Encima de todos remató pegado al palo derecho y dejó al arquero del Pachuca sin posibilidad de evitar el primer tanto del América, al minuto 38.

Tres minutos después, Rolfi hizo alarde de clase, llegó al área de Pachuca, fusiló al arquero, que evitó que entrara la pelota, y desde el callejón derecho el argentino sirvió un pase impecable que Christian Hobbit Bermúdez sólo tuvo que empujar para aumentar la cuenta del América.

En contragolpe de las Águilas, Javier Muñoz Mustafá cometió una falta que fue cobrada con coraje por Rolfi Montenegro, pero la intervención de Cota apenas pudo evitar que cayera el gol.

Pero la insistencia le dio el tercero al América al 58; en un desborde de José Cárdenas por la izquierda soltó un pase preciso ante los gigantescos huecos que les ofreció la zaga tuza que quedó inmejorable para el Hobbit Bermúdez, quien otra vez encajó con la derecha para el 3-0.

Pachuca se deconectó del juego ante el marcador, y cuando parecía que iba a intentar meterse, le anularon un gol por fuera de lugar. El gol de los tuzos llegó por la pena máxima al 78, después de que Diego Reyes tiró de la camiseta a Edy Brambila.

El tiro fue cobrado por Leobardo López, quien venció sin problemas al arquero azulcrema Moisés Muñoz para el 3-1. Pachuca ahora tiene que hacer lo que parece imposible: vencer en forma apabullante al América en el estadio Azteca.