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Ver día anteriorSábado 28 de abril de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Los de Abajo

La pesca y el pueblo cucapá

E

l derecho del pueblo cucapá a vivir de la pesca desde hace más de 9 mil años es amenazado por un decreto impuesto en 2011, donde se establece un tope de captura de 460 toneladas de curvina golfina por temporada para todas las pesquerías de Baja California, indígenas y no indígenas.

Desde Mexicali, Mónica González Portillo, una de las representantes del pueblo cucapá en su lucha por el derecho a la pesca en la Reserva de la Biósfera Alto Golfo de California-Delta del Río Colorado, advierte que aunque este viernes fueron liberadas más de 100 toneladas de curvina golfina que debieron liberarse, por orden judicial, desde el pasado 19 de abril, la situación está igual o peor que antes. El 90 por ciento de la pesca incautada, señala, se echó a perder. Y, lo peor, continúa la restricción para la pesca.

¿Cómo es posible que la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) no hiciera nada? ¿Cómo es posible que dejaran que nuestro sustento se echara a perder? Ahora ya no tiene una utilidad comestible, sino que puede sólo usarse para harina u otras cosas.

González Portillo insiste en que las autoridades de pesca les quieren aplicar el tope de captura de 460 toneladas de curvina golfina por temporada para todo Baja California y, lo más grave, los quieren dejar sin el derecho a la libre pesca, violentando así no sólo su sustento económico, sino toda su cultura.

Estas restricciones nunca fueron consultadas por lo que los pescadores cucapá se movilizaron y lograron la suspensión provisional en vía de amparo, para que la autoridad pesquera devolviera a los pescadores indígenas las toneladas de curvina decomisada en la Semana Santa, temporada del año que ofrece los mejores precios para la venta del producto.

El juez, señala la representante legal Yacotzin Bravo, ordena también la expedición inmediata de los avisos de arribo y las guías de traslado del producto capturado por los cucapás. Las autoridades de Sagarpa hicieron caso omiso de esta resolución, el pescado se echó a perder y continúa la restricción para que salgan a pescar, por lo que el pueblo cucapá apela a la sociedad nacional e internacional para acompañar una causa de la que dependen más de 150 familias indígenas de Baja California.

El derecho de un pueblo a vivir no puede estar sujeto a procesos judiciales y voluntades políticas, por eso, insisten en Baja California, saldremos a pescar en la próxima marea. Nos regresamos al mar. No hay más, pues de eso vivimos.