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Surgen restaurantes que demuestran que esa alimentación no es necesariamente poco sana

En Alemania buscan derribar mala fama de la comida rápida

No vendemos nada frito, sino alimentos que son fáciles de hacer, afirma el dueño de un local ubicado en Berlín

Emplean ingredientes frescos, sencillos de manejar y de almacenar

 
Periódico La Jornada
Martes 10 de abril de 2012, p. 9

Berlín, 9 de abril. La comida rápida tiene mala fama.

Generalmente no se considera sana, sino alta en contenido graso, azúcar o baja en vitaminas, en especial cuando se consume durante periodos largos y excluyendo otros alimentos saludables. Pero... ¿quién es capaz de decir no cuando tiene prisa y ha de comer por el camino? Un creciente número de restaurantes marcan una nueva tendencia en esta alimentación: afirman que puede ser nutritiva y deliciosa sin necesidad de potenciadores de sabor, grasas ni muchas calorías (exactamente lo que origina sentimientos de culpa en sus consumidores). A veces, no hay tiempo suficiente para cocinar o hacer una pausa para comer, y en esas situaciones optar por comida rápida no es necesariamente malo.

La comida rápida es frecuentemente muy dulce, muy salada, muy grasienta y baja en fibras, señala Elfriede Leichsenring, experta en dietas de una clínica de Alemania. Pero la dietista no se opone al consumo ocasional de papas fritas, hamburguesas y otro tipo de comida rápida tradicional siempre y cuando no sea frecuente ni el único tipo de alimento para una persona.

Ahora hay restaurantes que demuestran que la comida rápida no es necesariamente poco sana. Un ejemplo es un restaurante ubicado Berlín llamado Auf die Hand-Feinstes Fast Food.

No vendemos nada frito, sólo comidas que son preparadas rápidamente, indicó el dueño, Stefanie Arnan. Trabajamos mucho con verduras frescas, no usamos condimentos ni productos precocidos y utilizamos alimentos congelados solamente si lo necesitamos. Las sopas forman parte de la buena comida rápida hecha en casa.

Son fáciles de hacer y almacenar, y pueden ser combinadas con ingredientes frescos para hacerlas más interesantes.

Para asegurar que puedan ser preparadas rápidamente, los ingredientes deben estar cortados lo más pequeño posible, señaló Oliver Schneider, propietario de la escuela de cocina Oliver’s, en Alemania.

La sopa de calabaza, por ejemplo, puede prepararse con calabaza hokkaido cortada en piezas pequeñas para reducir el tiempo de cocción. Para añadir un toque de exotismo se usan ingredientes como leche de coco, pimienta de cayena, jengibre y nuez moscada.

Las empanadas de carne cocinadas en el horno antes que fritas en una sartén son otro ejemplo de comida sana, agregó Schneider. Al cubrir la bandeja con un poco de aceite, ya no hace falta voltearlas.

Este tipo de preparación es más bajo en grasas que freírlas en una sartén. Otro plato de preparación rápida son los rollitos. La clave para cocinarlos es encontrar la masa envasada en el supermercado. Puede rellenarse con queso de cabra y plátanos salteados, explicó Schneider.

Para servirlos, miel y salsa de soya.

Un plato similar es la masa quebrada con relleno de espinaca y queso feta, espolvoreada con semillas de ajonjolí y cocida en el horno. El puré de papa también es un buen relleno.

Es importante diferenciar la comida rápida de la comida chatarra, manifestó Schneider. Mientras la comida chatarra, como hamburguesas, papas fritas y pizza, son alimentos poco saludables si se consumen con frecuencia, la comida rápida es simplemente algo rápido. Un factor determinante es que no tenga muchos ingredientes y condimentos. De cinco a seis componentes es suficiente.

Unos pocos platos diferentes en grandes cantidades es el lema de un restaurante de Hamburgo llamado Edelcurry. Joerg Klatte también ofrece mayonesa con trufa y curry con champaña, pero lo elegante es nuestra norma, agregó Klatte, quien desea distinguir su establecimiento de otros de comida rápida. Antes de abrir su local dirigía gimnasios, por lo que no quiere ofrecer comida que no sea sana.

Su receta de salchichas al curry es secreta, pero hecha exclusivamente con carne de vaca, la cual tiene sólo 20 por ciento de grasa. Las salsas de curry (con cacahuate satay y mostaza con miel) fueron desarrolladas con la ayuda de un cocinero gourmet. Y para las papas fritas evita las congeladas.

Otra alternativa es la hamburguesa hecha en casa, en lugar de la que se compra ya preparada.

Sabe mucho mejor que una hamburguesa de un restaurante de comida rápida, indicó Schneider. El experto recomienda igualmente las empanadas con carne de hamburguesa de alta calidad, cebolla, ajo, alcaparra y aceitunas. Se sirve con un pan sabroso y tienes una buena comida, señaló.