El silencio de las campanas parece haberse adueñado de la explanada trasera de la delegación Miguel Hidalgo.

Sin embargo, durante estos días de éxodo capitalino es posible acercarse, jalar el badajo, tañer algunas de las 12 piezas de la exposición Campanas y romper por unos segundos la quietud que invade diversas zonas de la ciudad.

Aunque la muestra no cuenta con cédulas, información oficial señala que se trata de piezas de artistas plásticos como Leonora Carrington, Manuel Felguérez, Alberto Castro Leñero, Gilberto Aceves Navarro, Gabriel Macotela, Brian Nissen, Kiyoto Ota, Vicente Rojo, Roger von Gunten y Fernando González Gortázar.

Estas campanas de la delegación Miguel Hidalgo (Parque Lira 94, colonia Observatorio) son parte de una exposición montada en 2005 sobre el Paseo de la Reforma.

Las formas y tonos son más que libres, así como las estructuras sobre las que fueron montadas, al grado de no identificarse en un primer momento las partes que conforman una campana clásica, como el yugo, la corona, la cabeza o la cintura.

Hay campanas cilíndricas, otras en forma de cohete dorado, con un personaje fantástico montado en el yugo, cónicas, con badajos pequeños o enormes, o con la cabeza en forma de murciélago, como la de Carrington.

Incluso un personaje monta una escultura-bicicleta que, en su parte delantera, trae una pequeña campana. Es más, en unas obras se activa la campana, no el badajo.

Hay una campana verde claro depositada en el suelo, obligada al silencio por no contar con yugo ni manera de obtener un eco al percutirla desde fuera con cualquier objeto sólido.

En la explanada frontal de la delegación, más pequeña, se encuentra una escultura de Miguel Hidalgo, quien tocó una campana hace dos siglos para iniciar la Independencia.

Cerca, en un jardín adjunto al edificio delegacional y fuera del alcance de la mano, se encuentra de manera permanente una pequeña campana con la inscripción: World peace bell (Campana de la paz mundial).

El silencio y ocasional tañido de las campanas también fue llevado al Bosque de Aragón, donde se creó un Paseo Escultórico en el que se muestran otras 15 piezas.