Alrededor de 10 por ciento de los tumores malignos se originan por la falta de protección en los centros de trabajo, con la cual se evite la exposición a sustancias peligrosas. Entre las enfermedades profesionales más frecuentes siguen al cáncer las enfermedades músculo-esqueléticas y las respiratorias, afirmó Annel Lozano, gerente de Mediaccess, administradora de salud.

Dijo que los riesgos de trabajo representan un problema de salud pública que no existiría si las empresas garantizaran a sus empleados las mejores condiciones para el desempeño de sus funciones.

Información de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) advierte que a diario mueren 6 mil 300 personas por esta causa. En México se registran 411 mil accidentes al año y el deceso de mil 412 trabajadores en el mismo periodo, indicó la especialista.

El próximo 28 de abril se celebra el Día de la Seguridad y Salud en el Trabajo. Tiene la finalidad de fomentar la conciencia en la sociedad sobre este problema, el cual es la principal causa de discapacidad en el país.

Los más vulnerables a sufrir algún daño en la salud o la pérdida de la vida están en el sector operativo: peones de carga, vendedores, demostradores, operadores de máquinas y herramientas, personal de limpieza, cocineros, albañiles, mensajes y conductores de camiones pesados.

Si bien es cierto que cualquier persona está expuesta a sufrir un percance o enfermedad en su empleo, se debe con mayor frecuencia a la carencia de medidas preventivas, comentó Lozano. Mencionó que otras afectaciones por esta causa son las lesiones en manos y muñecas, tobillos, pies, abdomen, zona sacrolumbar y pelvis.

En cuanto a los decesos, se originan principalmente por traumatismos (golpes) intracraneales y fracturas de huesos del cráneo y la cara, generalmente de hombres.

Otras afectaciones ocasionadas por el mal estado del mobiliario, posturas incorrectas o mala ventilación de las oficinas son el estrés, dolores de espalda y contracturas.

Lozano comentó que la gama de accidentes laborales puede provocar consecuencias que van desde la baja en la productividad hasta la insatisfacción de los trabajadores. Esto a su vez se refleja en fatiga crónica, estrés y pérdida del arraigo a la empresa, dijo.

Por eso, la alternativa es promover mejores condiciones de salud y establecer controles para disminuir los factores de riesgo.

La ejecutiva señaló que es obligación de los patrones generar las condiciones para ello, con programas que fomenten el cuidado de la salud y, sobre todo, cuenten con el respaldo de alguna institución de salud como es el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), e incluso servicios médicos privados.

Esto debiera ser un asunto relevante para los patrones, sobre todo si comprenden que los accidentes laborales les representan grandes pérdidas económicas, además de la disminución en la calidad de vida de las personas y sus familias.