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Lamentó no conseguir la imagen en la que asegura que él fue agredido

Es justo que cumpla con las tres fechas de castigo que merezco, señaló Villa
 
Periódico La Jornada
Sábado 31 de marzo de 2012, p. a13

Aunque el delantero Emanuel Villa remató con un: es justo que cumpla con las tres fechas que merezco, reiteró que el cabezazo que le propinó a Jonathan Lacerda en el partido contra Puebla fue en respuesta a un manotazo, pero la imagen del forcejeo tras un tiro de esquina no pudo recuperarse para presentarla como evidencia y posible atenuante a la Comisión Disciplinaria que lo sancionó por juego brusco grave.

Tras la práctica que La Máquina realizó en La Noria, antes del encuentro de esta tarde ante San Luis, el argentino se dio el tiempo necesario para exponer en rueda de prensa las razones por las que asume la sanción, sin dejar de lado el paso menos que regular del equipo.

“La conclusión es la que normalmente saca alguien cuando se equivoca, trata de ser positivo, de pensar por qué pasaron las cosas, de saber que tienen que servir para una ocasión posterior, que si bien muchas veces las han pasado mis compañeros, hasta que a uno le ocurre no se aprende.

Me tocó. La verdad no supe contenerme. No fue un cabezazo para lastimar, sino un acto de impotencia, admitió el atacante.

Si bien aceptó su falta, mencionó que le causó frustración no haber podido conseguir la imagen televisiva de la acción inmediata anterior que desencadena su reacción, por lo que no se pudo documentar la agresión inicial de Lacerda.

Lamentablemente no la conseguimos, no sé por qué. No puedo entender cómo esa cámara estaba cuando cabeceo y cinco segundos antes no, se ve que desapareció la cinta, pero más allá de todo eso no justifico lo que hice y estuvo muy mal, dijo Villa.

Comentó que su actitud estuvo un poco también avalada, porque en algunas de las tomas se ven claros penales o muchos jalones que no se cobraron y esta última jugada me hizo perder el control, pero él (Lacerda) sabe que el cabezazo no fue con la intención de lastimarlo ni mucho menos.

Agregó que “uno sabe que la situación no es la que nosotros queremos, no es la que se planeó desde la pretemporada. Nunca se pensó que nos iban a faltar tantos elementos, que nos iba a ir de una manera en la Copa Libertadores y de otra en el torneo local.

“Muchas veces puede ser que nos frustremos por la presión de tantos años de no dar una alegría a la gente que se la merece y por no conseguir los objetivos del club.

“Todo eso muchas veces provoca que uno se frustre y que cometa acciones que no corresponden, como lo que pasó aquella vez con Chaco y Chuy”, en alusión a la trifulca en la semifinal del Clausura 2011.