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Benedicto XVI / La Visita

Las víctimas de pederastia, en el corazón del Papa: Carlos Aguiar

Pide Ratzinger cuidar a los niños para que puedan vivir en paz

Con Calderón abordó los desafíos globales que les preocupan

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El gobernador del estado de Guanajuato, Juan Manuel Oliva Ramírez, besa la mano de Benedicto XVI, durante la visita del pontífice a la ciudad colonialFoto Notimex
Enviados y corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 25 de marzo de 2012, p. 7

Guanajuato y León, Gto., 24 de marzo. Y el Papa quiso decir… En el primer día de la visita papal, el vocero del Vaticano salió a decir que al hablar de libertad religiosa Benedicto XVI no se refería específicamente al debate en curso en el Congreso mexicano. Hoy, en la segunda jornada, el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Carlos Aguiar Retes, asegura que las víctimas de la pederastia están en el corazón, la mente y el alma del máximo jefe de la Iglesia católica, aunque no las haya mencionado hasta ahora en sus discursos, ni se haya programado una reunión con quienes sufrieron los abusos de Marcial Maciel, fundador de la Legión de Cristo.

El día es propicio porque el acto central de la agenda es un mensaje a la niñez.

Habla el Papa en la Plaza de la Paz, en el centro histórico de Guanajuato, ante más de mil niños que lo esperan durante horas y que bailan y gritan cuando lo miran llegar, que vuelven a gritar cuando aparece en el balcón de la casa del Conde de Rul, con el presidente Felipe Calderón cuidándole las espaldas, en un extremo, y en el otro el cardenal Javier Lozano Barragán, a quien Ricardo Monreal, siendo gobernador de Zacatecas, le organizara un recibimiento faraónico.

Dice el Papa a los niños que los tiene en su corazón y que en estos momentos quisiera que esto lo supieran todos los de México, particularmente los que soportan el peso del sufrimiento, el abandono, la violencia o el hambre.

La estrecha plaza ovaciona a Benedicto XVI. Los niños olvidan por un momento la larga espera, la tardía entrega de agua y comida, cuando escuchan: Deseo elevar mi voz invitando a todos a proteger y cuidar a los niños, para que nunca se apague su sonrisa, (para que) puedan vivir en paz y mirar al futuro con confianza.

Esa protección, ese cuidado a los que alude el Papa no estuvieron en el alma vaticana durante largas décadas.

El viraje de los obispos mexicanos

Este mismo día, algunos de los críticos que están haciendo una lectura injustificada del tema, en palabras del presidente de la CEM, presentan una obra con pruebas incontrovertibles –documentos de los propios archivos de la Iglesia– que prueban que Joseph Ratzinger, durante 24 años presidente de la Congregación para la Doctrina de la Fe y hoy Papa, tuvo a la mano las pruebas de la drogadicción y la pederastia de Marcial Maciel.

Quizá por ello, por la dureza de las pruebas, el presidente de la CEM da un viraje. Apenas hace dos días, para explicar por qué Benedicto XVI no se reuniría con las víctimas de abusos de religiosos, había dicho: No, porque nosotros no podemos asumir el liderazgo de algo que no conocemos, mientras las víctimas no aparecen, no se conocen sus rostros, no sabemos quiénes son, cómo lo podríamos hacer.

Hoy, sin embargo, en una entrevista con Notimex, Aguiar Retes aseguró que el pontífice está siempre abierto y ha estado siempre pendiente de dar ese consuelo a las víctimas y no propiamente el consuelo moral, sino también se ha buscado cómo restaurar a esa persona que ha sido dañada.

En la entrevista abre incluso una rendija a una posible entrevista de Benedicto XVI –quien parte de México hacia Cuba el lunes por la mañana–, con las víctimas de Maciel.

Hay muchos actos que quedan dentro de la privacidad, asegura, para añadir que dependerá de su fortaleza si puede tener actos fuera de agenda.

Dependerá, pues, de la energía de un hombre de 84 años, y quizá también del manejo de los tiempos que en los terrenos de la fe suele ser de angelical lentitud. Lamentablemente llegamos con mucha lentitud y atraso a estas cuestiones. De alguna manera estaban ocultas y sólo desde el año 2000 contamos con asideros concretos al respecto, dijo Benedicto XVI al periodista alemán Peter Seewald en 2010, aunque según los documentos presentados por el notable investigador Fernando M. González, el Vaticano tenía herramientas para proceder contra Maciel desde los años cuarenta.

Quizá todavía con horario europeo, Federico Lombardi, vocero de el Vaticano, ofrece una rueda de prensa pasadas las diez de la noche. Su misión, negar que Benedicto XVI o sus antecesores hayan encubierto a sacerdotes pederastas. Dice que no es verdad y califica de injusticia que se señale al actual pontífice.

Sobre el hecho de que sea en México, donde la acusación de pederastia involucra a los más altos dirigentes de una de las congregaciones más influyentes del mundo, donde el Papa no se reúna con víctimas de abusos sexuales, dice: No es una necesidad que en cada viaje esto sea.

Lombardi se refiere expresamente a la presentación del libro La voluntad de no saber (Grijalbo). Dice no haber tenido tiempo de leerlo, pero asegura: Los papas no han sido encubridores, mi conocimiento de estos papas, el cual no es menor al de los autores del libro, es que no es verdad que fueron encubridores; al contrario, el Papa actual ha hecho mucho por ir directamente contra estos problemas y poner medidas en las iglesias para afrontarlo, por eso es injusto decir que el papa Benedicto ha trabajado en contra de la verdad y de la transparencia.

La SEP local, organizadora

Felipe Calderón abrió su sexenio con dos niños vestidos de militares en un balcón y lo cierra con otros niños en papel de monaguillos.

Eso en el plano simbólico, porque según la Presidencia de la República, el presidente y Benedicto XVI se reunieron por espacio de media hora para abordar los desafíos globales que preocupan a ambos estados: cambio climático, seguridad alimentaria, desarme nuclear y control del comercio de armas pequeñas y ligeras, además de las tareas de coadyuvancia de la Iglesia en desastres naturales y asistencia humanitaria.

Calderón llega temprano al lugar de la cita y debe esperar a Benedicto XVI un buen rato, porque las paradas en el recorrido atrasan su llegada.

Tras la reunión oficial, Benedicto XVI sale al balcón, pronuncia su breve mensaje a la niñez y es ovacionado en varias ocasiones.

Calderón, que desde hace mucho anhelaba mayores espacios de educación religiosa en México, puede darse por bien servido en Guanajuato.

Entre los niños y niñas que acuden al encuentro hay muchos de escuelas públicas. Niños como los de la primaria Justo Sierra de la capital del estado. Todos portan gafetes de identificación confeccionados por la Delegación Regional de Educación Centro Oeste y fueron citados en sus planteles muy de mañana, para ensayar la canción que interpretarían frente al Papa.

En su regreso a León, Benedicto XVI pasa a un costado de un templo de la Iglesia Luz del Mundo, donde respondieron a las presiones del gobierno estatal poniendo una manta más grande y pintando largas paredes con la leyenda: No somos católicos romanos.

Un lunarcito apenas, porque a lo largo del recorrido y sobre todo al ingresar a León, decenas de miles, muchos más que el viernes, salen a las calles para saludar el paso nocturno del papamóvil. Apenas termina de pasar el convoy, en muchos puntos se impone el festejo josealfrediano y los feligreses cantan: “No vale nada la vida…”