Charlotte, 23 de marzo. Michael Jordan no pasa por su mejor momento en la NBA. Cuando vestía la camiseta de Bulls de Chicago sus acciones dentro de la cancha eran grandiosas, pero ahora que está fuera resultan fatales.

Jordan es dueño de Bobcats de Charlotte y su equipo, con sólo siete victorias en 44 partidos, es de lo peor que puede ofrecer la liga de baloncesto estadunidense.

El ex jugador de 49 años mantiene un obstinado silencio respecto de esa crisis, pero recientemente su colega Charles Barkley dijo lo que muchos pensaban: Amo a Michael, pero como dueño simplemente no hizo un buen trabajo.

Critica sobre todo que en Charlotte Jordan se rodee de zalameros. ¿Objeciones, quejas? Ninguna. Cuando eres famoso y pagas las cuentas de la gente que te rodea no vas a escuchar opiniones distintas. Finalmente quieren volar contigo en tu jet privado, apuntó Barkley.

En 2006 Jordan adquirió las primeras participaciones en los Bobcats y desde 2010 es el dueño mayoritario.

Desde que el mejor basquetbolista de todos los tiempos –según la página web de la NBA– está involucrado con Charlotte, la franquicia sólo registró una temporada con más victorias que derrotas.

Cuando en 2010 el equipo de Carolina del Norte llegó por primera vez a playoffs, Jordan dejo ir a sus tres mejores jugadores.

Tyson Chandler se fue a Mavericks de Dallas y se convirtió en una pieza decisiva para el equipo campeón; Raymond Felton se unió a Knicks de Nueva York, y Gerald Wallace a los Trail Blazers de Portland, y Charlotte pasó de convertirse en un potencial candidato a playoffs, a ser un equipo del montón.

Esta temporada la caída fue más profunda mientras Jordan observaba todo de brazos cruzados. Su alteza, el otrora infalible, se convirtió en ser humano y muestra debilidades, aunque no las quiera reconocer.

Durante su tiempo como mánager de Wizards de Washington Jordan tomó una mala decisión, que hasta el día de hoy le pesa a la franquicia capitalina.

El 27 de junio de 2001 Washington tenía derecho a ser el primero de todos los equipos de la NBA en elegir entre todos los nuevos talentos. Entre los posibles candidatos estaban Tyson Chandler, Pau Gasol y Tony Parker. Sin embargo, Jordan se inclinó por Kwame Brown, un joven de 19 años que llegaba directamente de la secundaria.

Chandler, Gasol y Parker se convirtieron luego en estrellas de otras franquicias, campeonas al menos una vez en la NBA.

Brown, entre tanto, tuvo un promedio de 6.8 puntos y juega con Bucks de Milwaukee, su séptimo equipo en la NBA.

Jordan no es el único que se destacó como jugador y que al final de su prestigiosa carrera fracasó en otra función.

Wayne Gretzky es considerado hoy día el mejor jugador de hockey sobre hielo de la historia. En 2001 compró una participación de los Coyotes de Phoenix y en 2005 se convirtió en su entrenador jefe.

Su participación en Arizona fue un desastre. Bajo su mandato Phoenix no se acercó ni una vez a los lugares de playoffs y en 2009, cuando dejó su cargo, los Coyotes dieron dos veces el salto a la ronda clasificatoria.