Moscú, 7 de febrero. El presidente sirio, Bashar Assad, se comprometió hoy a detener la violencia en su país, a dialogar con todas las fuerzas políticas y a realizar un referendo sobre una nueva constitución, durante un encuentro en Damasco con el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov.

Lavrov, quien reafirmó el compromiso de Rusia para contribuir a una pronta solución de la crisis en Siria, declaró que Assad se mostró de acuerdo con un plan de la Liga Árabe propuesto en noviembre que llama al diálogo, establece la retirada de tropas de las ciudades, la liberación de prisioneros y la aplicación de reformas.

Assad, que anunciará en breve la fecha para el referendo, manifestó su interés en que la misión de observadores de la Liga Árabe regrese y amplíe su presencia en Siria, añadió Lavrov, citado por agencias rusas.

Mientras, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) dijo que al menos 400 niños han muerto en Siria desde el comienzo de la revuelta contra el régimen de Assad, en marzo de 2011, y señaló que diciembre fue el mes más violento para este sector de la población.

En este contexto, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Londres, indicó que el ejército volvió a bombardear la ciudad de Homs con saldo de 23 muertos, incluidos 15 civiles. Añadió que la violencia en todo el país dejó hoy unas cien víctimas mortales. El Ministerio del Interior afirmó que continuará la persecución de grupos terroristas hasta que el orden sea restaurado en Homs.

Al aumentar la presión sobre Assad, Holanda, Bélgica, Italia, España, Francia y Gran Bretaña llamaron a consultas a sus embajadores en Damasco, mientras la Unión Europea (UE) confirmó que trabaja en una nueva serie de sanciones contra Siria, que esperan tener lista el 27 de febrero.

El Consejo de Cooperación del Golfo también retiró a sus embajadores de Damasco y expulsó a los enviados sirios de sus capitales.