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El artista abrirá exposición con lienzos recientes en la Galería López Quiroga

Ir más allá de la obra maestra, mi deber con la vida: Felguérez

Una pintura se convierte en arte cuando el espectador se comunica con su valor estético, dice a La Jornada

Si siento que no puedo meter una gota ni una línea, significa que surge el cuadro

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Manuel Felguérez en su estudio del sur de la ciudad de México, durante la entrevista Foto María Luisa Severiano
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Manuel Felguérez en su estudio del sur de la ciudad de México, durante la entrevista Foto María Luisa Severiano
 
Periódico La Jornada
Viernes 3 de febrero de 2012, p. 3

Pipa en mano y sentado frente a dos grandes cuadros, en los cuales plasmó muchas horas de su existencia, el pintor y escultor Manuel Felguérez (Zacatecas, 1928) asegura que su obligación con la vida es producir lo mejor que pueda cada una de mis piezas, siempre en busca de llegar a la obra maestra, es decir, ir más allá.

El artista, quien es un referente en la pintura abstracta y autor de la gran escultura Fuente de la República, emplazada en la intersección de las avenidas Bucareli, Juárez y Reforma, explica en entrevista en su taller, ubicado en el sur del Distrito Federal, el placer estético, el diálogo y la comunicación que se genera durante el proceso creativo y el efecto causado tras la culminación de la obra.

Aunque lo cierto, enfatiza, es que el único juez de mis obras soy yo mismo.

Por esa razón, durante el momento en que plasma sus trazos geométricos veo qué me gusta y qué no; quito, pongo, me angustio cuando algo no me gusta y, luego de tanto luchar termina por agradarme lo que pinté, siento ese gran placer que genera la estética.

Se podría decir, comenta en tono de broma, que somos vendedores de placer.

Pero sin lugar a dudas, retoma el artista, el verdadero diálogo del espectador con la pintura se logra cuando “éste halla que la obra tiene valor estético, que existe una comunicación entre ellos y es entonces cuando el cuadro se convierte en una verdadera obra de arte.

“Cuando se logra este efecto –prosigue– es una enorme satisfacción, porque trabajo con base en puro sentimiento, espíritu, sensaciones, sensibilidad y reflexión. La idea es que todo lo que pasa por mi cabeza debe convertirse de subjetivo en objetivo.”

Nunca repetirse

Mañana, Manuel Felguérez inaugurará la exposición Obra reciente: 2009-2012, que reúne cerca de una treintena de pinturas en la Galería López Quiroga, ubicada en Polanco y, en agosto llevará esa muestra a China.

Siempre trato que la obra sea original, que sea una invención y exprese el espíritu transformado en la materia y, sobre todo, una de las obligaciones del artista es nunca repetirse.

Para la exposición que abrirá mañana, Felguérez mostrará tres años de proceso creativo, donde resaltan diversas texturas y la paleta a la cual ha recurrido en años recientes mediante la utilización de colores tierra, además del blanco y el negro.

De hecho, explica el artista –de quien un museo lleva el nombre en Zacatecas y resguarda un importante acervo de su gráfica–, toda mi obra pertenece al mundo de la geometría, pero trabajo de manera simultánea con dos tipos: la matemática y la biogeometría, es decir, la geometría de la naturaleza.

La unión de ambas, detalla, tanto de la naturaleza como de la mente humana, es el concepto general que rige el trabajo de Manuel Felguérez.

Por ello en las pinturas se observan formas que “recuerdan un monte, un río, una piedra, pero también existe una composición muy estricta dentro de la misma geometría con la finalidad de crear orden y un perfecto equilibrio.

“En el preciso momento –brillan los ojos claros del artista–, cuando sientes que no puedes mover nada, que no hace falta nada, que no puedes meter ni una gota ni una línea, significa que surgió la obra.”

Ocho horas diarias de ocio

Pintar para Felguérez es un ocio que implica ocho horas diarias de plasmar frente al muro las ideas que se acumulan, las sensaciones, la cotidianidad, los hechos y las anécdotas. Aunque le gustan los momentos de silencio, también escucha música barroca y clásica durante la producción artística.

Para pintar un cuadro grande me tardo aproximadamente un mes y en un chico alrededor de 15 días; el color, la textura y la composición son las bases, lo demás es abstracción y lo que se refleja es mi vida.

En las obras te juegas todas las sensaciones, las cuales, por mucho que te concentres, quedan plasmadas en el lienzo. Por ejemplo, si te enteras de que murió uno de tus amigos o la invitación a un viaje, el anuncio de una boda, es decir, toda tu vida queda subjetivamente embarrada en la tela.

Incluso, si de manera utópica pudiera colocar toda la obra que he producido podría seguir los cambios, los momentos y observar los testimonios de toda una vida y trayectoria.

Felguérez también crea esculturas, gráfica y pequeñas maquetas en cartón y su casa y talleres en el Distrito Federal, Zacatecas, Puerto Vallarta y Nueva York son reflejo de su obra misma: la naturaleza y la geometría. Todo el tiempo tengo ideas, pero no realizaciones. Sin embargo, con la pintura tengo la idea y la realizo.

La muestra Manuel Felguérez: obra reciente 2009-2012, curada por Patricia Álvarez, será inaugurada este sábado a las 12 horas en la Galería López Quiroga (Aristóteles 169, esquina Horacio, Polanco) y concluirá el 10 de marzo.