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Las mujeres, asesinadas sólo por ser familiares de rojos, dice nieta

Exhuman restos de las 17 rosas, fusiladas por el ejército de Franco
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 26 de enero de 2012, p. 25

Madrid, 25 de enero. En el cementerio del pueblo sevillano de Guillena se trabaja desde el pasado lunes en la exhumación de los restos de las 17 rosas. Así se conoce a las 17 mujeres fusiladas en noviembre de 1937 por un pelotón del ejército fascista de Francisco Franco que, por el mero hecho de ser mujer, esposa o hermana de algún miliciano republicano, fueron asesinadas y enterradas en una fosa común.

Transcurridos 74 años, sus familiares colman el reclamo, que siempre les negó el Estado español de recuperar los restos y darles un trato digno. Los primeros huesos ya fueron localizados y se calcula que el número de personas enterradas podría superar el centenar.

España heredó de su guerra civil (1936-1939) una fractura social y un territorio repleto de fosas comunes, que los historiadores e investigadores cifran en más de 100 mil personas enterradas en fosos anónimos. El único registro oficial de la matanza se obtuvo gracias a la investigación judicial iniciada por el juez Baltasar Garzón (actualmente procesado por el Tribunal Supremo por este hecho), quien solicitó a todos los ayuntamientos del país una especie de censo de los desaparecidos durante la Guerra Civil.

El resultado fue de 143 mil 353 personas, la mayoría todavía sepultados en parajes anónimos.

Andalucía fue una de las regiones más reprimidas por el ejército franquista. Se calcula que sólo en esta región se ejecutó a 42 mil personas, entre ellas algunas personalidades célebres, como el poeta Federico García Lorca, fusilado y enterrado en una fosa común en un descampado de Viznar.

Con el paso de los años el fusilamiento se ha convertido en un pasaje histórico que indigna a los herederos de las víctimas, por lo que se ha reclamado su exhumación y esclarecimiento. Los nombres de las 17 rosas, mujeres de entre 24 y 70 años, son: Eulogia Alanís García, Ana María Fernández Ventura, Antonia Ferrer Moreno, Granada Garzón de la Hera, Granada Hidalgo Garzón, Natividad León Hidalgo, su hermana Rosario, Manuela Liánez González, Trinidad López Cabeza, Ramona Manchón Merino, Manuela Méndez Jiménez, Ramona Navarro Ibáñez, Dolores Palacios García, Josefa Peinado López, de su hermana Tomasa, Ramona Puntas Lorenzo y Manuela Sánchez Gandullo.

Un grupo de arqueólogos forenses inició el lunes las labores en una zona señalada por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica 17 Rosas como aquella en que, según la memoria oral del pueblo, las mujeres fueron fusiladas y enterradas. Es un paraje solitario a un costado del cementerio de San José de Gerena.

El arqueólogo Juan Luis Castro explicó que ya se encontraron los primeros huesos y creemos que un mes terminaremos el trabajo de este episodio que tanto dolor y tristeza ha provocado en tanta gente.

El científico explicó que las osamentas estaban en un estado de conservación estupendo, gracias, entre otras cosas, a la acidez de la tierra y a que la fosa está debajo de unos nichos construidos después y que miden al menos dos metros de profundidad.

En sólo unos días de trabajo se encontraron, junto con los restos óseos, casquillos de bala, alpargatas, botones y telas desgarradas.

En cuanto a la naturaleza del hallazgo, el arqueólogo afirmó a La Jornada: Estos huesos son la prueba de un delito, de un asesinato múltiple, y por muchos años que pasen seguirá siendo un delito.

Los trabajos de exhumación se lleva a cabo con el apoyo del gobierno municipal y del Partido Socialista Obrero Español, pero sobre todo por el empeño y el apoyo desinteresado de profesionales y expertos en este tipo de trabajos.

María José Domínguez es la nieta de una de las fusiladas y actualmente preside la Asociación de Memoria Histórica 17 Mujeres

“Fueron detenidas y asesinadas por el único motivo de ser hijas, hermanas o viudas de rojos, por eso hemos luchado mucho, con uñas y dientes, para conseguir que este proceso se llevara a cabo. Pero somos gente muy constante, hemos investigado mucho por nuestra cuenta, preguntando y hablando con las personas mayores de este pueblo, hasta que lo hemos conseguido”, afirmó Domínguez.

Explicó además que su único fin es poner punto y final a esta historia y entregarle mi abuela a mi padre para que la entierre en su pueblo, y sobre todo quiero contar la verdadera historia, que no es la que han contado los vencedores.