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Unos 7 mil jóvenes llegan de diversas regiones a Moscú; marcha opositora para el día 24

Gobierno ruso convierte el Día de la Constitución en mitin de apoyo a Putin

Projorov, el tercer hombre más rico de Rusia, se postula para contender por la presidencia en 2012

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Partidarios del primer ministro ruso Vladimir Putin, ayer en MoscúFoto Xinhua
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 13 de diciembre de 2011, p. 29

Moscú, 12 de diciembre. Más como una muestra de debilidad que de fuerza, el Kremlin sacó a la calle este lunes a siete mil jóvenes, mezclados con sindicalistas y pensionados, traídos la mayoría de otras regiones del país en columnas de autobuses, para vitorear al primer ministro Vladimir Putin, candidato presidencial para marzo de 2012.

Conmemorar el Día de la Constitución se tomó como pretexto para el mitin de apoyo a Putin, pero desde que se recurre a este tipo de acciones –bajo el membrete de las organizaciones juveniles Nashi, Molodaya Gvardiya o Stal–, financiadas desde el Kremlin, la prensa rusa ha publicado infinidad de testimonios de participantes que reconocen, sea por ingenuidad o por cinismo, recibir generosos viáticos.

El mitin de hoy, al que se podía acceder sólo por estricta lista, duró escasos 34 minutos y, por eso, la televisión bajo control del gobierno prefirió no equiparar ni en tiempo de duración ni en número de asistentes el cónclave oficialista con el mitin multitudinario de protesta que el sábado pasado condenó las irregularidades y exigió anular los resultados y celebrar nuevos comicios legislativos.

De modo paralelo, la oposición presentó hoy una solicitud para realizar otro mitin de protesta el 24 de diciembre en Moscú, ahora en Vasilievski Spusk, detrás de la catedral de San Basilio, junto al Kremlin, alegando que están convocadas 50 mil personas y no cabrían en la Plaza Bolotnaya.

Quizá teniendo en mente a muchos de esos inconformes –rusos de clase media cansados de que el Kremlin no tome en cuenta su opinión–, el multimillonario Mijail Projorov, el tercer hombre más rico de Rusia según la revista Forbes, anunció hoy que contenderá por la presidencia en marzo próximo.

Tiene un mes para reunir dos millones de firmas de apoyo a su candidatura y los recursos suficientes para lograrlo. No es claro hasta qué punto pueda disputarle la presidencia a Putin, pues algunos expertos creen que su tirada es quedar en segundo lugar y pactar con el ganador para que lo nombre primer ministro, en lugar del actual presidente Dimitri Medvediev.

Projorov quiso participar en las legislativas pasadas con el partido de derecha Causa Justa, a sugerencia del Kremlin, pero empezó a tomar decisiones sin consultar y, tras gastar más de 80 millones de dólares en la campaña, se vio forzado a renunciar al partido, enemistándose con el subdirector de la Oficina de la Presidencia, Vladislav Surkov, quien mueve los hilos de la política interna en Rusia, al que llamó titiritero y juró sacar del cargo.

Es prematuro saber cómo va a evolucionar la candidatura de Projorov, quien se presentó hoy como independiente y dijo no temer la suerte del ex magnate Mijail Jodorkovsky, encarcelado por enfrentarse al Kremlin, y no se descarta que la Comisión Central Electoral ni siquiera acepte su registro bajo cualquier pretexto.

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El multimillonario ruso Mijail Projorov anunció ayer su intención de presentarse como candidato presidencial para marzo de 2012Foto Reuters

Más confuso se presenta el panorama porque Aleksei Kudrin, vicepremier y ministro de finanzas cesado en fecha reciente por discrepar con Medvediev, anunció también hoy que está dispuesto a contribuir a refundar un partido de derecha y se distanció de Putin.

Alteración de resultados

El físico Serguei Shpilkin realizó un complejo análisis estadístico de los resultados oficiales de las legislativas del 4 de diciembre y llegó a la conclusión de que sí hubo alteración de los mismos en favor del partido oficialista Rusia Unida (RU).

Descubrió, por ejemplo, que hay distritos en una misma ciudad con participación anormalmente alta, respecto de los distritos contiguos con población más o menos similar en términos de nivel de vida, composición étnica, etcétera, donde RU recibió de modo invariable una abrumadora preferencia de los electores extra, y ningún voto los otros partidos, lo que es poco probable desde el punto de vista estadístico.

La clave de este tipo de ajustes, según Shpilkin, son los datos de asistencia. La diferencia entre las cifras que manejan los partidos de oposición (45 por ciento) y la oficial (59 por ciento) coincide con el porcentaje de votos inventados que se atribuyó Rusia Unida.

De los 32 millones de sufragios que obtuvo RU, 16 millones 800 mil serían votos normales y cerca de 15 millones 200 mil, anormales, de acuerdo con los cálculos de Shpilkin.

En otras palabras, RU sacó en realidad 34.43 por ciento y no 49.32 por ciento del voto; el Partido Comunista, 25.63 por ciento y no 19.19 por ciento; Rusia Justa, de tendencia socialdemócrata, 17.69 por ciento y no 13.24 por ciento, y los ultranacionalistas del Partido Liberal Democrático, 15.60 por ciento y no 11.69 por ciento.

Una alianza de comunistas y socialdemócratas, en el escenario que perfila el análisis de Shpilkin, dejaría en minoría a los oficialistas, a menos que pactaran con los ultranacionalistas, variantes que las autoridades no parecen dispuestas a permitir.

Todo indica que eso no va a pasar en el corto plazo, además de que 6.56 por ciento que obtuvieron los demás partidos, se tradujo en escaños adicionales para las cuatro formaciones políticas que lograron superar la barrera de 7 por ciento del voto.

Dimitri Peskov, vocero de Putin, reconoció hoy que hubo irregularidades, pero estimó –a ojo de buen cubero– que no superaron 0.5 por ciento de los sufragios y, por tanto, no pueden variar los resultados finales.