La Habana, 9 de diciembre. La película Habanastation, del cineasta cubano Ian Padrón, recibió hoy en esta ciudad el premio Glauber Rocha 2011, otorgado por la prensa extranjera acreditada en el 33 Festival de Cine Latinoamericano de La Habana.

El jurado consideró este viernes que, con pocos recursos, Padrón refleja parte de la realidad social cubana desde un punto de vista humano, con optimismo y esperanza.

Los jueces otorgaron además una mención a la producción fílmica Miss Bala, de Gerardo Naranjo, por su crudo retrato del narcotráfico y la violencia en México.

El Premio Glauber Rocha es auspiciado por la agencia cubana Prensa Latina, y constituye uno de los varios galardones colaterales que se entregan a la producción cinematográfica regional durante los festivales de cine de La Habana.

Habanastation, protagonizada por los niños Andy Fornaris y Ernesto Escalona, fue seleccionada entre otros filmes propuestos: El brasileño Tropa de élite 2, las argentinas Las Acacias y Un cuento chino, y la chilena Bonsai.

Galardonada en el Traverse City Film Festival, en Michigan (Estados Unidos), Habanastation relata la historia de dos compañeros de aula, pertenecientes a entornos sociofamiliares diferentes, quienes se hacen amigos, con los videojuegos como elemento desencadenante de la trama.

Juan de los Muertos

Una hambrienta plaga de zombis inunda La Habana, medios oficiales cubanos los identifican como disidentes apoyados por el archienemigo Estados Unidos y Juan les saca provecho con un negocio para matarlos. Esa mezcla derivó en una comedia de terror del cineasta cubano Alejandro Brugués.

Juan de los Muertos es una coproducción cubano-española rodada a finales del 2010. Llegó a interrumpir el tránsito de calles de La Habana con los extraños seres que llegaron hasta el concurrido paseo marítimo conocido como Malecón.

La ciudad se empieza a llenar de zombis, en este caso La Habana, y hay un grupo de gente que se enfrenta a ellos, dijo Brugués, de 35 años. Se enfrentan a lso problemas como lo hacemos los cubanos, en este caso ellos ponen un negocio y tratan de sacar dinero al asunto, agregó. Para mezclar la ficción y la realidad, Brugués usa la histórica enemistad ideológica entre Cuba y Estados Unidos que ha llevado al gobierno de la isla a calificar a los opositores de mercenarios financiados por Washington.

Sí toco, pero muy brevemente, el tema de Estados Unidos, y más bien como burla a otras cosas (...) lo que sucede en la película es que los medios oficiales, que no saben qué son zombis, dicen son disidentes pagados por el imperio de los Estados Unidos, señaló al admitir que su película es irreverente con ciertos temas.