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Fue abatido un policía del servicio de seguridad de la institución académica

Tiroteo en la universidad Virginia Tech deja dos muertos, incluido el atacante

Es posible que el agresor haya estado involucrado en un robo previo en una localidad cercana

 
Periódico La Jornada
Viernes 9 de diciembre de 2011, p. 28

Washington, 8 de diciembre. Un policía fue abatido en un tiroteo ocurrido hoy en la universidad Virginia Tech, donde en 2007 sucedió una de las matanzas más cruentas en la historia de Estados Unidos. El agresor, que huyó del lugar de los hechos, fue encontrado muerto horas después.

Las autoridades declararon a salvo el campus universitario y levantaron el toque de queda que habían impuesto tras el tiroteo.

En un comunicado la universidad dijo que un policía miembro del servicio de seguridad interna murió por disparos durante un control de tránsito rutinario en un estacionamiento cercano a la alberca y el edificio de atletismo.

Testigos informaron que el atacante huyó a pie en dirección a un estacionamiento cerca de la calle Duck Pond.

Reportes de varias cadenas de televisión indicaron que luego de cuatro horas de búsqueda para dar con el sospechoso, se encontró un cuerpo en el estacionamiento y más tarde se confirmó que se trataba del agresor. En el lugar también fue encontrada una pistola.

Las autoridades declinaron decir si sospechaban de un asesinato y posterior suicidio y no dieron detalles sobre el posible móvil, al señalar que apenas se inició la investigación.

Sin embargo, el sargento Bob Carpentieri dijo que se considera la posibilidad de que el agresor estuviera involucrado en un robo a mano armada en la localidad cercana de Radford.

Este jueves fue un día de estudio en la universidad, en vísperas de los exámenes del semestre de otoño, que fueron pospuestos hasta nuevo aviso.

La universidad Virginia Tech fue escenario del ataque a tiros más mortífero en la historia de Estados Unidos en abril de 2007, cuando el estudiante de origen sudcoreano Seung-Hui Cho, de 23 años, mató a 32 personas, dejó heridas a 25 y se suicidó. Esto generó reformas para hacer leyes federales y estatales más estrictas sobre control de armas.

La Universidad Estatal e Instituto Politécnico de Virginia –su nombre formal– fue criticada por su lenta respuesta en el ataque de hace cuatro años y desde entonces instaló un avanzado sistema de vigilancia en sus inmediaciones.