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Karzai condena atentados y el talibán se deslinda; extremistas de Pakistán, los autores

Ataques a la comunidad chiíta en Afganistán; al menos 59 muertos

Los blancos fueron una procesión en Kabul y una mezquita en Mazar Sharif en festejo religioso

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Auxilio a una de las víctimas del atentado suicida contra una procesión chiíta perpetrado ayer en KabulFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Miércoles 7 de diciembre de 2011, p. 29

Kabul, 6 de diciembre. Al menos 59 personas murieron y 150 resultaron heridas hoy en dos atentados en Afganistán, de los cuales el más letal fue perpetrado en Kabul por un atacante suicida durante una procesión chiíta del Ashura, una de las fiestas más sagradas del islam. La organización extremista paquistaní Lashkar Jhangvi Alami reivindicó la autoría de los ataques, condenados por separado por el presidente Hamid Karzai y los rebeldes del talibán.

El atentado en la capital afgana ocurrió en la mezquita de Abu Fazl, cuando cientos de fieles celebraban la fiesta del Ashura.

Un atacante suicida se mezcló entre la muchedumbre e hizo estallar los explosivos que llevaba adheridos.

Es uno de los ataques más sangrientos en la capital afgana desde la caída de los talibanes que gobernaban el país hasta la invasión de Estados Unidos el 7 de noviembre de 2001.

Además, es el de mayor amplitud dirigido directamente contra la minoría chiíta en Afganistán, donde los actos de violencia por motivos confesionales son poco frecuentes.

Casi al mismo tiempo, en las cercanías de otra mezquita chiíta en la localidad de Mazar Sharif, en el norte del país, estalló una bicicleta bomba que provocó cuatro muertos. Se presume una conexión entre ambos hechos, y no se descarta que detrás esté la mano de extremistas sunitas.

Historial de asesinatos

El grupo extremista paquistaní Lashkar Jhangvi Alami reivindicó la autoría de ambos ataques, de acuerdo con Abu Bakar Mansur, vocero de la agrupación, sin dar más detalles.

A la organización se le atribuyeron en el pasado numerosos atentados contra la minoría chiíta en Pakistán, aunque hasta el momento no había reivindicado ningún ataque en el vecino Afganistán.

El grupo fundado en 2009 es una escisión de la agrupación terrorista Lashkar Jhangvi, proscrita en Pakistán. El nombre significa ejército mundial de Jhang, una ciudad ubicada en el centro de Pakistán.

Desde 2010 han muerto al menos 200 personas en Pakistán en ataques perpetrados por este grupo, también conocido como Tigres Asiáticos.

Los talibanes negaron cualquier responsabilidad. Su vocero Sabiullah Muyahid condenó los ataques y los consideró inhumanos y no islámicos.

Los insurgentes, dijo, no permitirán que la seguridad de los afganos se ponga en peligro en nombre de la religión o de la pertenencia a una etnia.

Entre los 30 millones de afganos, uno de cada cinco es chiíta.

Desde Alemania, el presidente de Afganistán, Hamid Karzai, condenó los atentados.

Esta es la primera vez que ocurre un acto de terrorismo de esta naturaleza en un día religioso tan importante en Afganistán. Posteriormente, el mandatario anunció la cancelación de su viaje a Londres.

La canciller federal alemana, Angela Merkel, dijo que el acto terrorista muestra que tenemos que seguir trabajando para garantizar la seguridad en Afganistán.

El secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, también condenó los ataques.

Jay Carney, portavoz de la Casa Blanca, declaró que el gobierno de Estados Unidos condena vivamente ambos atentados.

El ministro iraní de Relaciones Exteriores Alí Akbar Salehi, sostuvo que estos crímenes fueron destinados a acrecentar las tensiones tribales y religiosas.

Mientras, en Kandahar, una motocicleta bomba estalló e hirió a tres civiles de la localidad sureña, pero no fue colocada cerca de ninguna mezquita o santuario, por lo que no parecía relacionada con los otros ataques, indicaron las autoridades.

La fiesta chiíta del Ashura marca el martirio del nieto del profeta Mahoma, Hussein, en la batalla de Kerbala, en Irak, en el año 680. Se trata de la principal fiesta del calendario chiíta.