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Presenta en el Museo de las Intervenciones Musicaturas, sátira...

Realiza El Fisgón recorrido humorístico por el siglo XIX
 
Periódico La Jornada
Domingo 13 de noviembre de 2011, p. 4

Contrario a la idea que suele predominar, existía una enorme riqueza musical en el México del siglo XIX, es la experiencia de Rafael Barajas El Fisgón, como ha dejado constancia con Musicaturas, sátira e historia del siglo XIX, una compilación de canciones populares de esa época, donde el humor permite acercarse a la lucha entre liberales y conservadores, la invasión francesa, el emperador Maximiliano y otros episodios históricos.

Cartones sonoros que del papel y la partitura han cobrado vida en forma de música, se presentarán en un concierto en la explanada del Museo Nacional de las Intervenciones este domingo. El monero de La Jornada ofrecerá una charla sobre el origen del material y el periodo histórico, sin faltar el ingenio, mientras que las piezas serán interpretadas por Jesús Echeverría, la soprano Lourdes Ambriz y el tenor Ernesto Anaya.

Durante la investigación que realizó El Fisgón para el libro La historia de un país en caricatura: caricatura mexicana de combate 1829-1872, editado por Conaculta, se encontró con partituras musicales que acompañaban a rimas satíricas y a los cartones de la época. A partir de este trabajo, al lado del compositor Jesús Echeverría, materializó musicalmente los hallazgos en un disco y en una presentación con motivo del bicentenario de la Independencia.

México tenía una riqueza musical impresionante, esto es lo que me revelaron las partituras, señaló en entrevista el caricaturista e investigador, así fuera únicamente por la calidad histórica, te encontrabas por ejemplo una serie de canciones sobre la intervención francesa que no habían sido grabadas nunca, algunas compuestas por Guillermo Prieto, Ignacio Ramírez, Vicente Riva Palacio, la sola letra valía la pena, parodias muy ingeniosas.

Una pieza infaltable, de las más conocidas, es Adiós mamá Carlota, de la que hay varias versiones. Encontró una primera versión de Riva Palacio, todo un himno de guerra, opuesta a la canción alegre y divertida más famosa. En ella, le dice a la esposa de Maximiliano de Habsburgo, ¿Qué llevas a tus tierras?, recuerdos de estos lares, que sembró la guerra con su aliento destructor, las olas son de sangre que por doquiera brota, adiós mamá Carlota, adiós mi tierno amor.

Y canta El Fisgón esta versión publicada originalmente en un periódico llamado El Pito Real, desde el título te imaginas el tono: era el pitorreo contra la monarquía. Otro ejemplo, una versión de una ópera de Gaetano Donizetti, en la que Sebastián Lerdo de Tejada le canta el amor a la silla presidencial, también La marcha de los cangrejos, autoría del cronista Guillermo Prieto en la que se critica a los conservadores, que tiene más vigencia que nunca: cangrejos al combate, cangrejos al compás, un paso pa'delante, doscientos para atrás.

Autor que ha recorrido la historia reciente, como en el libro El sexenio me da risa, opina, una conclusión es que no hemos aprendido lo suficiente, tendríamos que hacer por fuerza una revisión de lo que ha pasado con el país. ¡Es increíble lo que se parecen, sobre todo, los conservadores! Los liberales evolucionan más, aunque no lo creas.

En un sarcasmo de la historia, aparece un canto guerrero dedicado a Porfirio Díaz, que data de 1876, que dice, Viva, viva Porfirio y su tropa liberal, que viva, viva el valiente, el gran militar. Que viva el hijo de Marte, el ínclito general, el terror de los tiranos, el dios de la libertad. Y entonces, inevitable la sonora carcajada, “n'ombre, la historia es muy divertida, si te dicen lo contrario es que no leen, no le han dado el golpe. Quien te diga que es aburrido el siglo XIX, miente para seducirte, además de que la canción era una forma de propaganda política muy eficaz”.

El recorrido humorístico se realizará hoy a las 13 horas, de forma gratuita, en el museo ubicado en el ex convento de Churubusco, en la calle 20 de Agosto y General Anaya, colonia San Diego Churubusco (a dos cuadras de la estación del Metro General Anaya).