Guadalajara, Jal., 26 de octubre. México logró esta noche pasar a la antesala del oro en el pugilismo de los Juegos Panamericanos al clasificar a las finales Éricka Cruz –podría hacer historia al ganar el primer metal dorado para el país, al debutar la rama femenil–, así como Óscar Molina y Juan Hiracheta; todos con la medalla de plata asegurada.

Cruz dio cuenta 12-6 de la canadiense Sandra Brizier en wélter ligero con una técnica de jabs y rectos a las zonas blandas de la oponente que envidiarían algunos varones que pasaron antes.

La primera ronda fue para la nacional 3-2, por lo que salió dispuesta a sumar puntos con repeticiones de izquierda sobre el rostro de la invitada, aunque sólo pudo subir a 6-3 sin un dominio contundente.

Para el último capítulo la mexicana se fajó para cerrar el tercero 8-4, lo que le dio confianza necesaria para atacar con seguridad, dar el cerrojazo 12-6 y crear la esperanza de lograr el título continental –ante la puertorriqueña Kiria Tapia–, lo que prometió al hablar con los medios de comunicación.

Después vino en pesado ligero la anfitriona Alma Ibarra ante la también canadiense Mary Spencer que se impuso 19-5 para ganar la presea de bronce.

Del lado de los varones Óscar Molina, en wélter ante el canadiense Mian-Imtiaz Hussain, ejerció dominio desde el inicio con combinaciones de rectos a la cara del rival para imponerse 14-7. Ahora peleará por el oro ante el cubano Carlos Banteurt.

En superpesado, Juan Iracheta subió al cuadrilátero ante el colombiano Isaías Mena para ganar su pase a la disputa de la dorada. Cerró su triunfo 19-13.

Armando Piña enfrentó al brasileño Yamaguchi Floretino en ligero, en pleito donde el sudamericano venció 27-11 y dejó el tercer lugar al mexicano.

Antes, Braulio Ávila cayó 20-7 ante el cubano Robeisy Ramírez (en 52 kilogramos) y Ángel Gutiérrez sucumbió frente al también isleño Yasnier Toledo (60). Ambos mexicanos se quedaron con la medalla de bronce.