Opinión
Ver día anteriorLunes 24 de octubre de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Andanzas

FIC Zero Visibility Corp

L

a noruega Ina Christel Johannssen causó sensación en su presentación en el Festival Internacional Cervantino (FIC), en un Auditorio del estado de Guanajuato abarrotado, pues con talento insospechado en la obra Now She Knows y con su grupo de extraordinarias bailarinas supo, como en una operación a corazón abierto, extraer los más antiguos secretos femeninos en sus múltiples expresiones.

Now She Knows (Ahora ella lo sabe) es un alarde de buen gusto, dominio y conocimiento de la danza, así como de su interioridad más profunda, para ser capaz de reflejarla en cada personaje o carácter de la trama.

La noruega tiene un estilo absolutamente personal, logro importante en el mar de similitudes, copias y repeticiones de la danza contemporánea. La obra reúne, asimila, sintetiza y florece con suavidad y elasticidad los más diversos tonos del diálogo interno de cada intérprete con definitiva claridad y poderosa proyección.

En 65 minutos, las 17 bailarinas, ataviadas con los más diversos ropajes utilizados por una sociedad de mujeres que usan, desde el vestido muy cortito y picarón, a la túnica maternal y abnegada, los pantalones de obrera, los de niña rebelde, chiquillas, la reina de belleza en su brillante traje de baño y mujeres desesperadas, rabiosas, sufridas, tímidas y todo lo que usted pueda imaginar reflejado en las secuencias, que con música electrónica y fragmentos de la obra de Purcell proporcionan aspectos profundos de la siquis del drama femenino.

En esa bellísima construcción intelectual y coreográfica, la danza en esta pluralidad de cuerpos encuentra un común denominador expresado con maestría dramática y dancística, lo que da una idea del importante proceso de trabajo de la señora Ina Christel y sus colaboradores. Su lenguaje corporal no se parece a ninguno de los que hayamos visto en muchos años. Es difícil encontrar el origen, la raíz del movimiento, la procedencia o escuela de su técnica, ya que es definitivamente original y personal.

El concepto de la pieza refleja una madurez cultural profunda y certera. Ella sabe observar y extraer del cuerpo la danza, liberada y sincera, de impacto formidable. En su obra se mezclan sutilmente la pintura, el cine, la música, el drama, etcétera, en un todo convincente y auténtico. La coreógrafa no elude el sentido del humor, el cual maneja con maestría, como en el diálogo de dos mujeres, que, agresivo, con gruñidos, ladridos y amplio espectro de sonidos caninos, encantó a la gente.

Asimismo, la secuencia de seis bailarinas, ataviadas de botas o zapatos rudos, pantalones cortos o falda o el clásico tutú... con los senos al aire, en una remembranza del Pas de quatre de El lago de los cisnes, siempre en línea horizontal avanzaban, se detenían, hacían fuerza con los brazos musculosos, encorvaban el torso, hacían muecas y movimientos extraños, desarticulados en un grotesco pasaje, que se diluyó cuando en otra escena, otra contingente se calzaba enormes zapatos de tacón y plataforma para esbozar magistralmente una danza tipo revista musical.

La obra deja sabor de la inmensa frustración, humillación y torturas que a lo largo de la historia las mujeres hemos llegado a vivir, sin que la pieza se llegue a sentir como panfleto feminista o cosa por el estilo. Es algo que azora y conmueve y, sobre todo, gustó muchísimo. El sentimiento nodal de la coreógrafa parece, con todo y el humor que posee, de profunda melancolía, tristeza.

Zero Visibility Corp es una representación excelente de Noruega y nos dice muchas cosas de la organización social y forma de trabajo de ese país, así como del apoyo que da a la danza, pero sobre todo de la sensibilidad extraordinaria de Christel y su equipo de artistas y técnicos. Ella es maestra de coreografía en la Escuela Nacional de Artes Escénicas de Oslo, y junto a las manifestaciones musicales de esa nación que ha enviado a este Cervantino, permite que conozcamos algo de aquella región de cálidas y certeras manifestaciones artísticas.

En medio de todo, es absolutamente necesario remarcar la política de rescate y resguardo de la programación del FIC, que, bajo la orientación de la doctora Lidia Camacho, se recoge minuciosamente cada día. Puede ver la programación de este Cervantino y otros tantos en los canales 22 o 157 de cable. Todo está ahí, a disposición del pueblo mexicano del mundo (también por Internet) para felizmente equilibrar un tanto el mensaje lamentable de la televisión basura, como le dicen ahora en todo el planeta a las emisiones cargadas de violencia, codicia, degradación de la mujer y de la vida, como usted bien sabe.

Los mantendremos informados sobre la excelente programación de danza, como la presentación de Virpi Pahkinen, U-Theatre, Danza Contemporánea de Pekín y toda la tendencia del resurgimiento étnico, vital, de las corrientes escénicas en los tiempos recientes.