En México cada año se diagnostican, en promedio, cuatro mil casos de cáncer linfático (o linfoma no Hodgkin) y se calcula que en el mundo un millón de personas sufre esta enfermedad.

El 15 de septiembre, durante la conmemoración del Día Mundial del Cáncer Linfático, Eduardo Reynoso, jefe de hematología del Hospital Español, alertó acerca que el diagnóstico de la enfermedad suele ser complejo por la similitud de su sintomatología con padecimientos menos graves.

No obstante, en entrevista explicó que hay tres síntomas muy característicos a los que se debeponer atención: sudoraciones nocturnas exageradas y fiebres con un patrón errático; es decir, que se presenten un par de días, desaparezcan y luego vuelvan, así como pérdida de peso de hasta diez por ciento sin justificación clara.

Los linfomas tienen síntomas, llamados B, que son muy característicos: sudoraciones intermitentes y exageradas por la noche, al grado de que el enfermo debe cambiar la pijama o la ropa de cama; fiebres erráticas, es decir, se manifiestan dos días, se quitan una semana, luego regresan otros dos y no están acompañadas de otras manifestaciones de un proceso infeccioso. El tercer síntoma es la pérdida de peso hasta en diez por ciento sin causa aparente, explicó.

Otros signos de alerta, dijo, son crecimiento ganglionar inexplicable que no mejora luego de cuatro semanas. Cuando hay infecciones en la garganta los ganglios se inflaman, pero al poco tiempo vuelven a su tamaño original. Cuando hay un crecimiento sin causa aparente o cuando sólo crece uno y no duele, hay que prestar atención, señaló.

Si (los ganglios) son asimétricos, demasiado voluminosos e indoloros, no son compatibles con una infección; eso amerita una consulta con el especialista para hacer una biopsia y descartar el linfoma, agregó.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, a partir de la década de los 70, el cáncer linfático ha ido en aumento y desde entonces su incidencia se ha incrementado hasta en 80 por ciento.

Reynoso explicó que existen varios tipos de linfoma y que algunos pueden tener un comportamiento biológico muy indolente y no curarse, pero pueden ser controlables. Otros pueden ser más agresivos; si no se atienden pueden causar la muerte, aunque son altamente curables si hay un diagnóstico precoz.

Enfatizó que el cáncer linfático es cien por ciento curable si se detecta a tiempo gracias a la terapia monoclonal, que actualmente está disponible en todas las instituciones de salud del país; asimismo, el Seguro Popular de la Secretaría de Salud federal lo incluyó a partir de este año.