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Mediante escritos le exigían miles de dólares, según Rocha Cantú

Los Zetas intentaban extorsionarme, afirma propietario del casino Royale
 
Periódico La Jornada
Viernes 9 de septiembre de 2011, p. 11

Quince días antes del ataque al casino Royale, en Monterrey, Nuevo León, Raúl Rocha Cantú, propietario de la empresa, recibió dos escritos anónimos en los que le exigían que a más tardar en una semana entregara 50 mil dólares en efectivo o pagaría las consecuencias por su incumplimiento. Como no cumplió, una semana más tarde recibió otro anónimo en el que le decían que el monto de la extorsión había aumentado a 140 mil dólares.

Según declaró Rocha a autoridades en el consulado de México en Miami, Estados Unidos, el mensaje estaba firmado por el cártel de Los Zetas, agrupación que intentaba extorsionarlo al menos desde hace cuatro meses.

Funcionarios de la Procuraduría General de la República (PGR) revelaron a La Jornada que el empresario también declaró en Estados Unidos que en el último escrito que recibió le advirtieron que pronto sería levantado algún integrante de su familia, porque no había cumplido con lo demandado.

Rocha Cantú agregó que las autoridades municipales y de Nuevo León fueron enteradas de ese intento de extorsión desde hace cuatro meses por lo menos, ya que acudió a la Procuraduría General de Justicia del Estado a presentar una denuncia.

De acuerdo con el empresario –a quien se tomó declaración en calidad de testigo, pero las autoridades ministeriales no descartan que su situación jurídica cambie a indiciado, pues es probable que sea acusado de homicidio por las muertes de quienes fallecieron en el casino–, observó el incidente desde una cuadra cercana a su establecimiento.

En tanto, José Cuitláhuac Salinas, subprocurador de Control Regional, Procedimientos Penales y Amparo de la PGR, confirmó en varias entrevistas que la principal hipótesis del incendio en el casino Royale apunta a una extorsión, pero no es la única.

Estamos tratando de explotar esa línea de investigación (extorsión), pero no descartamos que pudiera haberse tratado de un asunto personal contra el dueño del casino o contra alguno de sus familiares; podríamos decir que pudo tratarse de un adeudo por algún asunto ilícito, destacó.

Acerca de la situación jurídica de Rocha Cantú, el subprocurador indicó que es denunciante y testigo de los hechos, e informó que por el momento las investigaciones sobre el incendio en el casino Royale no están vinculadas con las actividades de Jonás Larrazabal, a quien se grabó cuando recibía fajos de billetes en centros de apuestas.

En la investigación que tiene en curso la PGR aún no tenemos el vínculo con esa investigación, que ya se hizo pública, indicó.