Economía
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La inseguridad no se puede resolver sin empleo y crecimiento

México vive multicrisis; el proyecto de desarrollo es una simulación: Beltrones
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Jesús Silva Herzog y Mario Fabio Beltrones se encontraron ayer para participar en el foro convocado por el CNE para discutir un nuevo proyecto nacional de desarrolloFoto Roberto García Ortiz
 
Periódico La Jornada
Jueves 8 de septiembre de 2011, p. 28

El resultado de dos décadas y media lleva a un diagnóstico claro: el modelo económico aplicado en México por los últimos gobiernos se agotó. Estamos en una crisis sistémica en muchos aspectos de la vida nacional, planteó Manlio Fabio Beltrones, presidente del Senado. El país vive una multicrisis, acotó Jesús Alberto Cano Vélez, diputado priísta y presidente del Colegio Nacional de Economistas (CNE). La organización gremial convocó ayer a expertos, legisladores, funcionarios y ex funcionarios con el propósito explícito de debatir un nuevo proyecto nacional de desarrollo.

Beltrones planteó la necesidad de un nuevo proyecto de desarrollo económico. Ahora lo que existe, dijo, es una simulación. En la jornada inaugural del foro, el senador priísta sostuvo que en el país existe una simulación de que podemos seguir con el mismo modelo, con las mismas prácticas económicas, con los mismos instrumentos, con las mismas recomendaciones, y que todo va a ser mejor, cuando hemos visto que habiéndolo hecho así no nos ha ayudado a salir adelante.

El segundo foro nacional de debate convocado por el CNE reunió a expertos de dos o tres generaciones de servidores públicos. Algunos reúnen experiencia y otros ahora tienen la capacidad de tomar decisiones de política económica. Junto con ellos, académicos y expertos, dirigentes empresariales y legisladores, en un mosaico amplio de puntos de vista y concepciones políticas e ideológicas.

Beltrones puso sobre la mesa de discusión la posibilidad de que la situación económica y social del país provoque que aquí ocurran protestas ciudadanas, nutridas sobre todo por jóvenes, como las ocurridas en el Medio Oriente, norte de África, Europa y, recientemente, en Chile e Israel.

México no está lejos de que algo similar ocurra, sobre todo considerando que tenemos cerca de 50 millones o más, cerca de 50 por ciento de la población, en pobreza. Hay una aparente incapacidad, y hay que reconocerlo, para responder a las crisis en los mercados financieros globales y en las finanzas públicas de algunas economías desarrolladas, y subyacen las disfunciones de los viejos políticos, de los sistemas políticos para poder tomar decisiones oportunas y pertinentes, que anticipen estos desenlaces sociales, sostuvo Beltrones.

Intentar resolver el tema de la inseguridad pública sin crecimiento económico, sin empleo, solamente con capacidad de confrontación de la fuerza del Estado, contra la fuerza de la delincuencia, lo que nos va a traer es violencia, va a seguir generando violencia, añadió. Hay que lograr que la economía crezca y se distribuyan mejor los efectos del crecimiento, tener una mejor educación para que genere capacidades aspiracionales. Con todas estas armas, adicionalmente de la fuerza del Estado, combatir a la delincuencia en cualquier lugar donde se encuentre, sin tregua alguna, indicó.

El diputado priísta Jesús Alberto Cano Vélez, presidente del CNE, planteó de entrada la necesidad de cambiar el modelo de desarrollo económico de México. Ya está agotado y ha dado como resultado 55 millones de pobres, sin crecimiento, con desempleo, migración y desmantelamiento de la planta productiva nacional.

Si es juzgado por sus resultados, el modelo económico actual –impuesto al país desde mediados de los años 80 del siglo pasado– se agotó, dijo Cano Vélez.

Diagnósticos, debate y propuesta abundaron en un foro en el que participaron de manera simultánea una treintena de ponentes, distribuidos en tres mesas que sesionaron de manera simultánea.

En la relacionada con el financiamiento, Manuel Sánchez González, subgobernador del Banco de México, defendió que la institución sí procura condiciones de desarrollo económico y no se centra sólo en controlar los precios, como fue criticado por ponentes.

El Banco de México tiene objetivos relacionados con el crecimiento económico, expuso, postura en la que fue apoyado por Luis Robles Miaja, presidente ejecutivo de la Asociación de Bancos de México.

Se olvidaron objetivos de crecimiento y desarrollo

Jesús Silva Herzog, ex secretario de Hacienda, terció que en México se ha olvidado que el objetivo central de la política económica es el crecimiento económico y el desarrollo.

Debemos volver a la prioridad de alentar el crecimiento de la economía y generar empleo, por encima de la estabilidad macroeconómica y el control de la inflación, dijo.

Funcionarios públicos y representantes de banqueros elogiaron lo que, a su juicio, ha sido una exitosa gestión económica y financiera del país, sobre todo en los años recientes de crisis.

Esta aseveración fue cuestionada por Rolando Cordera Campos, profesor emérito de la Universidad Nacional Autónoma de México. Si se evalúa por sus resultados, la gestión económica reciente no es nada exitosa, apuntó. El país vive en un estancamiento estabilizador que conspira contra el desarrollo, alimenta la reproducción de la pobreza y extiende la desigualdad, expresó.

Cordera propuso que, a casi tres décadas de perseguir la globalización de lo que se trata es de nacionalizar la globalización. Sin un mercado interno robusto no hay éxito exportador que dure, sin política industrial no se dará una expansión sostenida. Y sin un cambio conceptual no es factible la recuperación de la capacidad para hacer política económica, afirmó.

De política industrial, tema tabú y estigmatizado en las últimas dos décadas y media, también se habló en otra de las mesas. Lo explicó Luis Foncerrada Pascal, director del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado y coordinador de la mesa en la que se discutió una nueva política de fomento a las actividades productivas.

“Hubo un claro consenso sobre la necesidad de una política industrial y de fomento a las actividades productivas. Existen inconvenientes si se realiza mal y el gran reto es llevarla a cabo, pero bien diseñada y bien ejercida.

Un segundo punto es que deberíamos estructurar todos los diferentes aspectos, los diferentes instrumentos, fiscales, financieros y de apoyos directos que tenga el Estado para llevar a cabo esta política industrial, señaló el especialista.