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Al rechazo a una carretera suman demandas como paralizar la explotación de gas natural

Indígenas se cierran al diálogo y responden a intereses externos: gobierno de Bolivia

EU y empresas madereras, detrás de la marcha de la confederación de pueblos del oriente, dice

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Indígenas de la Amazonia boliviana pasaron ayer por Puerto San Borja, en el octavo día de una marcha que realizan rumbo a La PazFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Martes 23 de agosto de 2011, p. 24

La postura de los dirigentes indígenas que en un principio rechazaban la construcción de una carretera en la Amazonia, y ahora suman una serie de demandas inaceptables, así como su falta de apertura al diálogo, provienen de intereses externos movidos por Estados Unidos y empresas madereras, acusó este lunes el gobierno del presidente Evo Morales.

Los indígenas de la Amazonia boliviana iniciaron hace una semana una marcha en protesta por la construcción una carretera que impulsa el gobierno de Morales y que cruzará una reserva ecológica.

El viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, César Navarro, expresó que las contradicciones de los dirigentes de la Confederación de Pueblos del Oriente Boliviano muestran que el objetivo de la marcha no es dialogar para lograr acuerdos, indicó la agencia oficial Abi.

Navarro señaló que la primera contradicción es que los inconformes rompieron la racionalidad en la estrategia sindical de lucha por las reivindicaciones, una vez que antes de presentar sus demandas iniciaron una marcha sin dar lugar al diálogo.

Agregó que después presentaron 16 demandas, la mayoría de las cuales no tienen nada que ver con su defensa de los bosques del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure.

Entre esas demandas exigen paralizar la construcción de carreteras en todo el país, lo que va en contra la integración vial.

Dijo que también exigen la paralización de las operaciones de exploración, explotación y exportación del gas natural que se produce en la zona del Chaco Tarijeño, correspondiente a los campos de Sanandita, San Antonio, Margarita e Itáu.

De aceptar esa demanda, Bolivia no tendría recursos para gubernaturas, municipios, universidades y otros sectores, ni para pagar los bonos Juancito Pinto a los escolares, Renta Dignidad a los ciudadanos de la tercera edad y Juan Azurduy a las mujeres embarazadas y sus hijos.

El funcionario reiteró que ante estos hechos se deduce que el objetivo que persiguen los dirigentes de los marchistas es obstaculizar el diálogo para generar una conspiración contra el gobierno de Morales.

Agregó que, peor aún, esos objetivos parece que no fueron diseñados por los dirigentes indígenas, sino por un adoctrinamiento exterior para provocar divisiones y enfrentamientos entre bolivianos, a fin de impedir la integración y el desarrollo.

Puntualizó que hay investigaciones que muestran que también hay intereses empresariales madereros detrás de la marcha, una vez que con la construcción de la carretera entre Villa Tunari y San Ignacio de Moxos pondrá sus actividades al descubierto e impedirá la tala ilegal de los bosques.

Durante una entrevista el domingo, el presidente Morales mostró recibos de pagos de los empresarios a pobladores indígenas que habitan algunos bosques del Parque Nacional Isiboro Sécure para la adquisición de sus tierras.

Para Navarro, la marcha de los indígenas no tiene una motivación legítima, sino una utilización dirigencial del sentimiento de las bases, a lo que se suma su dependencia de intereses externos, reportó la agencia Abi.

Reiteró el informe sobre permanentes comunicaciones telefónicas de algunos dirigentes de los marchistas con los responsables de la embajada de Estados Unidos en Bolivia y el financiamiento de publicaciones de esta legación diplomática contrarias a la política de desarrollo e integración nacional.

Morales citó al responsable de Asuntos Indígenas de la embajada de Estados Unidos en La Paz, Eliseo Abelo, quien sostuvo permanentes contactos telefónicos con dirigentes de los marchistas, como el diputado Pedro Nuni y el líder de la Confederación nacional de Markas y Ayllus del Qollasuyo, Rafael Quispe.

Hace una semana, los dirigentes se negaron a entablar negociaciones con funcionarios del gobierno y exigieron hablar directamente con Morales. El sábado, cuando el mandatario los invitó a dialogar, los indígenas se negaron y argumentaron que el propio gobernante tiene que acudir a hablar con los marchistas donde éstos se encuentren.

Navarro manifestó que las relaciones entre Estados Unidos y Bolivia deben darse en el respeto a la soberanía y la no intromisión en los asuntos internos.

La agencia Afp informó que la embajada de Estados Unidos en La Paz negó este lunes haber otorgado algún apoyo a los líderes indígenas.