Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER  
Domingo 21 de agosto de 2011 Num: 859

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

Al pie de la letra
Ernesto de la Peña

Dos poemas
Eleni Vakaló

2012: Venus, los mayas y
la verdadera catástrofe

Norma Ávila Jiménez

Castaneda: la práctica
del conocimiento

Xabier F. Coronado

Trotski en la penumbra
Gabriel García Higueras

Juan Soriano en Polonia
Vilma Fuentes

Leer

Columnas:
La Casa Sosegada
Javier Sicilia

Las Rayas de la Cebra
Verónica Murguía

Bemol Sostenido
Alonso Arreola

Cinexcusas
Luis Tovar

Corporal
Manuel Stephens

Mentiras Transparentes
Felipe Garrido

Al Vuelo
Rogelio Guedea

La Otra Escena
Miguel Ángel Quemain

Cabezalcubo
Jorge Moch


Directorio
Núm. anteriores
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2012: Venus, los mayas y la verdadera catástrofe

Norma Ávila Jiménez

El cambio de los polos magnéticos con graves consecuencias, acercamientos de planetas y choques con cometas y asteroides, son algunas de las catástrofes que esperan a la Tierra para el próximo año, según diversos autores que basan sus planteamientos en deducciones simplistas sin bases científicas. De acuerdo con el sitio www.2012hoax.org –en el cual participan astrónomos y otros especialistas “esforzados en dar a conocer la verdad bajo una perspectiva científica y crítica”, con el fin de demostrar el engaño de 2012–, algunas de esas ideas surgen debido a las predicciones realizadas por José Argüelles, el “gurú” del New Age.

Alteración calendárica

Aunque sorprenda, José Argüelles ha sido profesor de las universidades de Princeton y California, entre otras, y se ha interesado en la cultura maya. Lo que le critican varios investigadores es que sus trabajos no tienen el apoyo de ningún experto en esa cultura mesoamericana y señalan que simplemente recoge información y la modifica. Esas alteraciones las publicó en su libro El factor maya, acerca del “misticismo” implícito en el calendario maya, que por cierto, modifica. En su libro El sueño calendárico de José Argüelles, el matemático Michael J. Finley señala, entre otros errores, que el 1 de enero de 2005 sería el 5 Muluk, mientras que Argüelles lo registra como 2 Etznab. Su sistema es una mezcla del New Age de los años sesenta y otras corrientes esotéricas, hinduismo, elementos mayas, runas escandinavas y mecánica cuántica deformada. Es un licuado de ideas que marca al 21 de diciembre de 2012 como día cataclísmico.

Nibiru y el Planeta X

Zecharia Sitchin, un autodidacta de la escritura cuneiforme sumeria, en su libro El duodécimo planeta argumenta que los sumerios sabían de la existencia del planeta Nibiru, que orbita alrededor del Sol cada 3 mil 600 años y cuyos habitantes crearon a los humanos para ser sus esclavos. De acuerdo con otros estudiosos de la escritura cuneiforme, como Michael Heiser, Sitchin comete errores en sus traducciones, ya que Nibiru era para los sumerios el planeta Júpiter, mientras Mercurio era el dios Marduk y una estrella.

En el sitio www.2012hoax.org se cuestionan las creencias de Sitchin, quien originalmente señaló al año 2900 para el regreso de Nibiru y sus alienígenas y, sin embargo, por conveniencia, ya lo modificó al 2012. Además se subraya la imposibilidad de la existencia de este planeta, no sólo porque no ha sido detectado sino porque, de acuerdo con las leyes de Kepler, tendría una órbita tan elíptica que sería “una línea recta de salida y de regreso” y, por lo tanto, sufriría de inestabilidad constante.

Nancy Lieder, quien se ha unido a la “catástrofe del 2012”, retoma el planeta 12 de Sitchin –aunque a éste no le guste–, pero lo llama Planeta X. Cabe subrayar que el término Planeta X ha sido utilizado cuando los astrónomos se refieren a un hipotético planeta que sugiere su existencia por su evidente fuerza de gravedad. Obviamente Lieder no lo toma de esa forma y lo usa para nombrar al ficticio cuerpo celeste que, según afirma en su página web, los zetas –y no se refiere al cártel–, extraterrestres del sistema Zeta Reticulli, le han advertido que se aproximará a la Tierra. Estos mismo informantes le han comentado el drástico “cambio de polos magnéticos” que sufrirá nuestro planeta en 2012, y en este punto Lieder parece retomar parte de lo que Immanuel Velikovsky publicó en 1955 en Earth in Upheaval. De acuerdo con sus “investigaciones” basadas en literatura geológica, pero en las cuales no tomó en cuenta la deriva continental, Velikovsky aseguró que “el globo se vería estremecido por un terremoto [...], barrido por huracanes y los mares se abalanzarían sobre los continentes [...], los volcanes entrarían en erupción [...] De las planicies se elevarían montañas.”

Alineación

La idea de que una alineación entre el centro de nuestra galaxia, el Sol y la Tierra ocurrirá el 21 de diciembre de 2012 con graves consecuencias, es uno de los rumores constantes en las redes sociales. De acuerdo al sitio SETI. C1 este alineamiento no es posible porque el centro de la galaxia no está en el plano de la órbita de la Tierra; está fuera por cinco grados y medio y el Sol estará alejado casi seis grados en esa fecha.

Lo único cierto es que la verdadera catástrofe para nuestro país en 2012 sería que quede como presidente alguien incapaz de ayudar a México a salir del fango en que está, que no se aumente el presupuesto para la ciencia y la cultura, y que nuestros atletas olímpicos no ganen medallas en Londres.

El enésimo apocalipsis

“Frecuentemente el hombre está sujeto a las bajas pasiones y a la deshumanización, comete atrocidades y como consecuencia todo funciona mal. Le gustaría tirar todo a la basura y empezar de nuevo y por ello trata de escaparse a través de nuevas emociones, del morbo, de creer que vio platillos voladores o que se aproxima el fin del mundo”, subraya el doctor Jesús Galindo Trejo, investigador del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM. La próxima fecha “apocalíptica” es el 21 de diciembre de 2012, y quienes están difundiendo este engaño señalan que los mayas hicieron profecías acerca de que ese día ocurrirán eventos devastadores para la Tierra. Al contrario, el estadunidense John Mayor Jenkins afirma que, como consecuencia del rayo sincronizador que se desprenderá del centro de nuestra galaxia y se dirigirá a la Tierra, iniciará una nueva era, “como si a partir del 22 de diciembre de 2012 –así lo señala ese autor– las personas ya no fueran a decir mentiras y se basaran en la tolerancia. Suena muy bonito para ser verdad”, ironiza Galindo.

Para entender cómo fue que se estableció esa fecha y por qué la relacionan con los mayas, es necesario entender cómo se contaba el tiempo en el México prehispánico: “Durante 3 mil años, las culturas mesoamericanas tuvieron una misma manera: tenían el calendario solar de 365 días que incluía 18 ‘meses’ de 20 días, más otros cinco, y el ritual de 260 días, con 20 períodos de 13 días. Los dos calendarios corrían en paralelo y, después de 52 años de 365 días, coincidían para empezar de nuevo a correr simultáneamente.” Cuando se llegaba a esa fecha, hacían una importante celebración para que el Sol siguiera alumbrando.

Los mayas expresaban los días por medio de cinco coeficientes, a los cuales les daban los valores siguientes: kin, igual a un día; uinal, igual a 20 días; tun, equivalente a 18 multiplicado por 20 días; katún, 18 por 20 al cuadrado días, y baktún, el equivalente a 18 por 20 elevado al cubo. “El próximo año se completarán 13 baktunes, es decir, será la fecha 13.0.0.0.0, que es un número sugerente por la importancia del numeral 13 en la estructura del sistema calendárico.” Hace hincapié en que no todos los mayistas respaldan que 2012 coincide con el 13.0.0.0.0. Esa fecha se basa en la investigación realizada por los especialistas Good, Martínez y Thompson, quienes sitúan como fecha de inicio del calendario maya el 13 de agosto de 3114 antes de Cristo; sin embargo, hay quienes registran ese inicio hasta con más de doscientos años de diferencia.

Si los investigadores que difieren con Good, Martínez y Thompson tienen razón, el 13.0.0.0.0 no tendría nada que ver con 2012, asegura.

La ignorancia de mucha gente y su gusto por lo esotérico, aunado a la falta de ética de quienes han detectado un negocio redondo, han desatado planteamientos que se difunden como si fueran reales, sin base científica. “Hacer películas o escribir libros sobre, supuestamente, el próximo apocalipsis deja ganancias”, indica el especialista, quien ante los rumores de que pasará algo grave porque ese día es el solsticio de invierno, pregunta: “¿Por qué ha de suceder algo, si cada año ocurren dos solsticios y no pasa nada extraordinario?”

En internet se ha difundido que el Sol destruirá nuestro planeta. “Aunque llegase al máximo de su actividad solar, que por cierto no será en 2012 sino en 2013, no lo destruirá; lo que sí pasará es el incremento de tormentas magnéticas que dan lugar a las auroras boreales, a la sobrecarga de las líneas de corriente eléctrica y a fallas en las telecomunicaciones.”

Asegura que los mayas sí llegaron a escribir profecías pero demasiado generales, como que habría hambre, sequía, epidemia o guerra, pero no están fechadas. “No hay ningún códice o glifo que señale que en el año 13.0.0.0.0 va a suceder una calamidad.” Comparte lo que sí dice la Estela 6 de Tortuguero –un sitio arqueológico en Tabasco– marcada con esa fecha, de acuerdo con la traducción de David Stuart, investigador de la Universidad de Texas: “El treceavo baktún terminará (en) 4 Ajaw, el tercero de Uniiw sucederá (será) el descenso del Nueve Apoyo”. Stuart identifica al “Nueve Apoyo” como el dios Bolón Yokté, mencionado en el Códice de Dresde. En esa estela no se dice qué hará el Dios ni dónde descenderá.

El tránsito de Venus en 2012

Jesús Galindo lleva cerca de veinte años trabajando en un proyecto sobre pintura mural mesoamericana y, en particular, maya. Entre los sitios investigados está la última gran ciudad erigida antes de la llegada de los españoles: Mayapán. Allí existe una pirámide similar a El castillo, de Chichén Itzá, pero de menor dimensión; adosada a la parte oriente, hay una sala con frescos pintados entre 1200 y 1350 de nuestra era. En un muro hay una serie de grandes soles y “cada Sol está escoltado por dos personajes que parecerían ser los señores de la noche. Uno de esos personajes tiene pintadas manchas en la piel. ¿Son manchas solares –en una ocasión vi una a simple vista cuando ya se metía el Sol–, o es el tránsito de algún planeta interior? Y si es un tránsito, ¿cómo podrían haberlo visto los mayas sin telescopio?”

Sabiendo que Venus era muy importante para la cultura maya, Galindo investigó y encontró que hubo dos pasos de este planeta frente a nuestra estrella: en 1153 y 1275. En el momento en que el Sol se iba metiendo, con las condiciones meteorológicas adecuadas, pudieron haberlos visto a simple vista, y eso lo corroborará el 5 de junio del próximo año a partir de las 17:14 horas, cuando ocurrirá otro tránsito de Venus. Viajará a Mayapán y se ubicará en donde pudieron haberlo hecho nuestros antiguos sacerdotes astrónomos, para observar sin filtros. “Tal vez los mayas lo que quisieron señalar con una fecha especial –el 13.0.0.0.0– fue el tránsito de Venus frente al Sol en 2012. Después de todo, el número 13 y Venus eran excepcionalmente significativos para ellos.”