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Lo espió por Internet para obligarlo a confesar públicamente sus relaciones homosexuales

Demandará el subjefe de la bancada liberal del Parlamento británico al consorcio de Murdoch
 
Periódico La Jornada
Viernes 12 de agosto de 2011, p. 36

Londres, 11 de agosto. El subjefe de la bancada liberal demócrata en el Parlamento de Gran Bretaña, Simon Hughes, anunció hoy que demandará ante los tribunales de su país a News International, la filial en el Reino Unido del imperio mediático del multimillonario Rupert Murdoch, por haber intervenido ilegalmente sus comunicaciones en Internet para forzarlo a confesar públicamente, en 2006, sus relaciones homosexuales.

Hughes, parlamentario por un distrito de Londres, fue una de las personas a quienes espió el reportero Glenn Mulcaire, del semanario sensacionalista News of the World, que también intervino las comunicaciones telefónicas de miembros de la familia real y celebridades públicas, según se supo durante el juicio que se le siguió en 2007 al periodista.

Durante el proceso judicial iniciado contra Mulcaire, Hughes sólo fue mencionado, pero hoy dijo estar dispuesto a llegar hasta el fondo del asunto sobre las acciones de invasión a su privacidad, que salieron a relucir públicamente cuando en enero de 2006 intentaba obtener el liderazgo de su partido, en la actualidad miembro de la coalición de gobierno al lado de los conservadores del primer ministro David Cameron.

Hughes fue presionado por el periódico sensacionalista The Sun, que forma parte del consorcio mediático News Corp, a reconocer durante una entrevista que en algún momento tuvo relaciones homosexuales.

Para orillar al legislador a reconocer hechos de su vida íntima, los periodistas le presentaron una evidencia incontrovertible que demostró que Hughes accedió a un servicio de mensajes instantáneos –conocido como chat– de la comunidad gay de Londres.

El espionaje practicado por reporteros de News of the World, principalmente, y The Sun condujo el mes pasado al imperio mediático de Murdoch a una crisis que ha tenido resonancias en el ambiente político británico. El semanario fue cerrado por Murdoch para tratar de atenuar los efectos, pero eso no detuvo la investigación penal del caso y otras indagaciones de parte del Parlamento y el gobierno británicos.

Una decena de reporteros y directivos de News International, la empresa que administra los medios de Murdoch en Gran Bretaña, han sido detenidos por la policía británica para ser interrogados, y aunque salieron libres bajo fianza, las autoridades todavía no deslindan responsabilidades.