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Presentan Tránsito, segundo libro de Claudina Domingo

Crea escritora una vertiginosa maqueta de la ciudad de México

El volumen reúne 24 poemas con atmósferas, edificios y ruidos

La autora explora el desencanto de quien se siente desalojado de la poesía

 
Periódico La Jornada
Miércoles 10 de agosto de 2011, p. 6

Con la ciudad de México como escenario, la joven poeta Claudina Domingo (DF, 1982), describe una vertiginosa maqueta de la urbe en su segundo poemario, titulado Tránsito, donde fluyen y se conjugan testimonios autobiográficos con imágenes urbanas cotidianas.

Desde los 16 años, Claudina caminó y se perdió por las calles de la metrópoli con la ambición de escribir un gran poema sobre la ciudad, motivada por el ímpetu de la adolescencia.

Cuando cumplió 25 años empezó a escribir ese texto, pero ya con cierta experiencia de vida, con una carga más autobiográfica. Tránsito fue escrito entre 2008 y 2009, dice a La Jornada.

Es una especie de pequeña y vertiginosa maqueta (por la manera en que está escrito), ya que la forma en cómo se gestó fue el de ir tomando apuntes mientras caminaba por la calle. De cierta manera los poemas están cargados de atmósferas, edificios y ruidos. Anotaba lo que veía y escuchaba, explica la autora.

Editado por el Fondo Editorial Tierra Adentro, del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, al final el poemario reúne 24 rutas o poemas, a manera de mapa y bitácora entretejidos, con un registro poético salpicado de paréntesis.

Tal recurso surgió precisamente a partir de caminar esas rutas. Pienso que se genera una sensación de velocidad y de tránsito: como si el lector fuera el propio transeúnte, manifiesta Claudina Domingo. “Yo no quería un poemario contemplativo o estático frente al objeto poético. Por el contrario, que el lector se encontrara dentro de ese objeto poético.

Los poemas están escritos en prosa, pero tienen una versificación interna. Y la forma de generar ese ritmo la encontré con el uso de los paréntesis y las comillas, únicos signos de puntuación que aparecen en cada poema, los cuales fueron utilizados más por intuición.

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Mientras caminaba por las calles de la capital, tomaba apuntes, expresa Claudina Domingo a La JornadaFoto Cristina Rodríguez

Testimonio generacional

Claudina Domingo luce un gran tatuaje en el brazo izquierdo, en homenaje a México-Tenochtitlán. La figura combina tres diosas: Coatlicue, Metecacíhuatl y Tlaltecuhtli. Es también autora del poemario Miel en ciernes (2005).

En Tránsito, “los 24 poemas recorren en tiempo todo un día en la vida de un poeta desencantado de su oficio, que se siente desalojado de la casa de la poesía. El periplo comienza en la noche en el Zócalo y termina al atardecer en Tlatelolco, y en medio aparece desde Ciudad Universitaria y el barrio de Azcapozalco, hasta Santa Fe, con sus enormes edificios y la zona pobre de las cañadas.

Quise ofrecer una visión global de la ciudad. Fue una selección (de rutas) tanto emotiva como reflexiva, puntualiza la autora. “A lo largo de todo el libro hay también un cuestionamiento, una burla, una ironía, que el personaje del poeta se hace a sí mismo, porque no quería que el poemario tuviera una atmósfera tan formal, tan grave, tan solemne.

“Es quizá en ese sentido –considera la poeta–, que el libro es un testimonio generacional, es decir, con cierto desencanto y al mismo tiempo con una visión irónica.”

El poemario Tránsito será presentado hoy por Luis Felipe Fabre y Lobsang Castañeda, a las 19 horas, en la Casa del Poeta (Álvaro Obregón 73, colonia Roma).