Lima, 5 de agosto. Los ministros de Hacienda de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) resolvieron enfrentar en conjunto las crisis económicas que afectan a Europa y Estados Unidos, al sostener una reunión extraordinaria en la capital peruana.

El acuerdo se alcanzó tras el llamado de Brasil para enfrentar juntos las turbulencias económicas y los capitales especulativos, que desde hace meses han fortalecido a las monedas de la región a niveles que ponen en juego la competitividad de las exportaciones.

Latinoamérica recibe desde hace tiempo capitales financieros que llegan atraídos por mayores rendimientos y mejores perspectivas de crecimiento económico que en el mundo desarrollado. Con los problemas de deuda en Estados Unidos, especialistas creen que la tendencia puede agudizarse.

Los países tenemos que estar preparados para las consecuencias que puede haber, tenemos que estar unidos para crear mecanismos de respuesta a esta situación, dijo el ministro brasileño Guido Mantega en el encuentro, donde se analizaron las regulaciones conjuntas a los mercados cambiarios a escala regional, después de que varios países latinoamericanos han aplicado medidas para frenar el avance del tipo de cambio, desde compras de divisas hasta impuestos a inversiones, sin el resultado esperado.

Brasil ha sido el que ha lanzado reglas más agresivas, pero no ha logrado evitar que el real ronde niveles máximos en 12 años contra el dólar.

Sólo desde 2008, el real brasileño se fortaleció 33 por ciento frente al dólar, el peso chileno 28, la moneda colombiana 21, el peso mexicano 14 y el sol peruano cerca de 12 por ciento.

Una moneda fuerte dispara costos productivos y aumenta los precios de las exportaciones de la región, productor mundial de materias primas, desde granos hasta crudo.

Estamos en mares de mucho oleaje, afirmó el ministro de Hacienda colombiano, Juan Carlos Echeverry, por lo que Sudamérica debe actuar en grupo y tener una reflexión conjunta frente a eventos difíciles.

Analistas creen que la región puede resistir una nueva crisis global, pero mucho dependerá de la situación de Asia, sobre todo de China, un gran mercado para las principales materias que se producen en América Latina.

La Unasur está conformada por Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Venezuela, Chile, Guyana y Surinam. El bloque tiene un producto interno bruto conjunto de 973 mil 613 millones de dólares. Los países miembros suman en conjunto 361 millones de habitantes, dos terceras partes de la población latinoamericana.

El ministro peruano de Economía y Finanzas, Luis Castilla, anunció que el 11 de agosto habrá otra cumbre, que se realizará en Argentina, para avanzar en una agenda común y de integración.

Por otra parte, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) alertó que las crisis de Estados Unidos y Europa durarán varios años.

En Europa ni siquiera se ve una puerta de salida, dijo a Dpa el jefe de la división de Desarrollo Económico de Cepal, Osvaldo Kacef, quien previó una reducción en el dinamismo de América Latina.

Aunque Kacef descartó riesgos recesivos para la región, sostuvo que el deterioro del cuadro internacional desacelerará la actividad en el subcontinente, hoy impulsado por Brasil, Perú, Argentina y Chile.

Kacef prevé que la economía de Estados Unidos seguirá débil por tres a cuatro años. Aunque valoró el acuerdo entre el gobierno y el Congreso estadunidense, comparó la crisis actual de ese país con la sufrida por América Latina en los años 80.

Es un escenario de ajuste fiscal que coincide con bajo crecimiento o estancamiento, explicó. También alertó sobre riesgos financieros en América Latina, debido a que la región es hoy el segundo tenedor de activos en dólares, detrás de China, con reservas por 700 mil millones. De ellas, 335 mil millones corresponden a Brasil, seguido de México (con 131 mil millones), Argentina (51 mil millones) y Perú (47 mil millones).