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Participarán 32 actores y nueve músicos; se estrenará el próximo 24 de agosto

En el musical Si nos dejan queremos mostrar el México de la época de oro del cine nacional
 
Periódico La Jornada
Lunes 1º de agosto de 2011, p. a16

“Es necesario cambiar la idea malinchista de que sólo el teatro musical extranjero tiene calidad. Ahora presentaremos una obra del género que estamos seguros les gustará y sorprenderá: Si nos dejan”, expresó Morris Gilbert, productor de Ocesa Teatro.

En un recorrido vespertino por los camerinos del Teatro 2 del Centro Cultural Telmex, donde esta obra será estrenada el próximo 24 de agosto, se observaron los avances de la producción de la que Gilbert no quiso decir el costo, argumentando que lo importante es lo que se verá.

La puesta es una simbiosis de los lenguajes cinematográfico y teatral. A lo largo de la pieza se escucharán 50 canciones representativas del cancionero popular, sobre todo vernáculo. Participarán 32 actores y nueve músicos.

Trabajan más de 200 personas

Para realizar Si nos dejan trabajan más de 200 personas en jornadas de ocho horas diarias. Habrá más de 80 cambios de escenografía; se instalarán 10 pantallas para proyectar más de 200 imágenes.

Se verán 150 diseños para un vestuario integrado por más de 600 elementos.

Gilbert definió a Si nos dejan como el gran musical mexicano. La autoría y  dirección es de José Manuel López Velarde, realizador del exitoso musical  Mentiras, que podría escenificarse en Italia;  el diseño escenográfico es de Jorge Ballina, quien explicó que el teatro se convertirá en un cine viejo abandonado.

El planteamiento consiste en que en un viejo cine palaciego, un día, se interrumpió la proyección de una película. Al paso de los años se reinicia la proyección y el cine cobra vida.

En el prólogo, que se actuó para la prensa, por medio de claroscuros comienza el drama de amor, de un hijo que fue arrancado de los brazos de su madre, con la estética de los cielos captados por Gabriel Figueroa en cintas dirigidas por Emilio Indio Fernández.

El espectador verá elementos escenográficos, como 100 butacas rotas, 300 latas y carretes de película, así como más de 8 kilómetros de celuloide; 50 cajas de embalaje de diferentes tamaños, letras de un anuncio luminoso, proyectores viejos, marquesinas, carteles y anuncios, andamios y escaleras y otros elementos de un cine abandonado.

Asimismo, hay cinco vagones con ruedas en los que los actores mueven objetos apilados y personajes de un lado a otro del escenario.

El tiempo es el de las haciendas, con paisajes de cerros, cantinas y sembradíos, hasta recreaciones completas y detalladas de ciudades como Puebla, Guadalajara y Acapulco; hay una animación completa del Mictlan, o lugar de los muertos, donde transcurre una de las escenas claves de esta historia.

El trabajo de video lo realiza la empresa Darmah, cuyo productor es Rodrigo Proal, y cuenta con el respaldo de Gimena Amuchestegui y de Omar Vela, como responsable del proyecto.

En materia de iluminación, se utilizarán más de 100 lámparas de diferentes tipos e intensidades, colocadas estratégicamente para que no compitan, sino que se complementen con el video.

La primera parte del montaje cuenta con un diseño de iluminación basado en la época del cine post revolucionario, para lo cual se han creado los ambientes de películas en blanco y negro, como cuando éstas se transmiten en un televisor viejo; la segunda parte del montaje refleja la etapa del Technicolor.

Los personajes principales, como Paloma y José Alfredo, tienen más de 10 cambios y variaciones de vestuario a lo largo de la obra.

Éste será el montaje número 21 de Ocesa Teatro en 14 años de trayectoria.

López Velarde expuso: “Esta obra tiene música mexicana, pero no nació como algo que solamente quisiera enaltecer lo mexicano, sin importar la historia y la obra de teatro. Es una pieza que sucede en México, con sus canciones, como Peter Pan sucede en Londres, y otras historias ocurren en ciertos países porque así debe ser para que sean contadas. Si nos dejan no es un festejo de lo folclórico en sí, donde sólo vamos a ver qué bonito es México y sus trajes y música, sino que el núcleo es una historia, un musical.

“El México que queremos mostrar es el de la época de oro del cine mexicano, que forjó una imagen y una identidad que no había y que es producto de esas películas. Muchos mexicanos tenemos una imagen de México por esas películas. Esta obra de teatro ocurre en los años 40 con una mezcla de la Revolución. Es el pastiche que creó el cine. Ese México es el que estamos proyectando en Si nos dejan.”

Los protagónicos son una vuelta de tuerca del elenco de otras obras de Ocesa Teatro, que para Gilbert está probado en su capacidad.