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Reticencia de Medvediev para devolverle el poder a Putin

Sorda lucha en la cúpula del Kremlin para designar un solo candidato a la presidencia
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 28 de julio de 2011, p. 28

Moscú, 27 de julio. Poco antes de que los jefes se vayan a veranear a sus respectivas residencias en Sochi, costa del Mar Negro, los equipos de colaboradores más cercanos del presidente Dimitri Medvediev y del primer ministro Vladimir Putin pusieron de relieve este miércoles la lucha que se libra en la elite gobernante de este país para postular a un solo candidato a las presidenciales de 2012.

En un gesto inusual, Igor Yurguens y Yevgueni Montmajer, asesores del actual inquilino del Kremlin, publicaron hoy en el diario Vedomosti un artículo de opinión bajo el título de Medvediev debe cruzar el Rubicón.

En su duro alegato contra el sistema creado por Putin, en el cual hablan de la necesidad de vencer la resistencia de los corruptos que privatizaron el Estado, afirman que Medvediev debe asumir la responsabilidad política de conducir Rusia como presidente de 2012 a 2018.

La respuesta de los adeptos del primer ministro no se hizo esperar y esta misma tarde, aunque de forman anónima, varios altos funcionarios filtraron a Reuters, y tras la primicia a las demás agencias noticiosas, que Putin tiene muchas ganas de volver a la presidencia, ya que está algo decepcionado de Medvediev y tiene mayor respaldo entre la población.

Aún no hay nada oficial. Ni Medvediev ni Putin se dan por enterados y, en reiteradas ocasiones, han coincidido en que no es el momento de postular candidato.

Sin embargo, enfrentamientos como los de hoy forman parte de un indispensable tanteo porque se avecina un gran cambio en el quehacer político ruso.

El Ejecutivo bicéfalo que inventó Porfirio Putin (así lo llamó un periodista ruso al trazar similitudes entre el primer ministro y el general Díaz) para seguir al frente de Rusia después de dos periodos consecutivos, cediendo la presidencia a un incondicional suyo, tiene que terminar con las elecciones de marzo próximo.

Mantener el tándem, en su actual composición al menos, sería para Putin un sinsentido, pues desde un principio era claro que puso a Medvediev de forma temporal en la presidencia del país, con la intención de volver al Kremlin dentro de cuatro años.

Otra cosa es que, a falta de ocho meses para terminar su primer mandato, Medvediev –impulsado por los miembros de su entorno– sopesa la posibilidad de presentarse a la relección, más aún que una reforma constitucional, aprobada de manera fast track el 31 de diciembre de 2009, aumentó en dos años el mandato presidencial, hasta un sexenio, como sucede en México.

Pero hacer eso, sin el consentimiento de Putin, puede acabar en ruptura y dañar a los dos por igual.

Nada pintan, en la selección del candidato, el partido político o la coalición que deberá postular a quien ocupará el Kremlin a partir de 2012, sólo esperan luz verde para formalizar la decisión que tomen unos pocos y volcarse en apoyo del elegido, probablemente no antes de finales de septiembre, unos meses antes de las elecciones legislativas de diciembre.

Sólo dos personas –Putin y Medvediev–, apoyándose en la opinión de unos cuantos pesos pesados y de los intereses económicos que representan, resolverán quién debe hacerse a un lado y quién debe gobernar, ya sin la sombra del otro.