Al grito de “no es una crisis, es el sistema”, algunos se trasladan al Congreso de los Diputados

Lunes 25 de julio de 2011, p. 22
Madrid, 24 de julio. Bajo el lema “no es una crisis, es el sistema”, miles de personas apoyaron a los “indignados” en la Puerta del Sol, que de nuevo se convirtió en el epicentro del movimiento ciudadano que exige una transformación política y económica, además de mayor transparencia y participación democrática.
Al filo de la medianoche, centenares de manifestantes mantenían una protesta pacífica a las puertas del Congreso de los Diputados, donde gritaron sin cesar una de sus consignas emblemáticas: “¡que no nos representan!”
En medio de un intenso calor, miles respaldaron de nuevo el llamado de la “revolución de los indignados”, que llenaron la plaza pública madrileña para recordarle a los poderes públicos españoles que sus reivindicaciones sociales y políticas siguen intactas, y para advertir que su intención es continuar con las protestas y expandir el movimiento más allá de las fronteras españolas.
El llamado movimiento del 15 de mayo (15M) surgió a raíz de una manifestación convocada en esa fecha por las plataformas Democracia Real Ya y Juventud sin Futuro, en la cual denunciaron los efectos de la crisis y de las políticas neoliberales.
España tiene la tasa de desempleo más alta de la Unión Europea (UE), con 23 por ciento de la PEA, lo que equivale a más de 4 millones 100 mil personas. Además del índice de desempleo juvenil más alto de la región, con 43 por ciento.
Estos datos, sumados a la corrupción político-empresarial y a la falta de transparencia de las instituciones, desataron una movilización ciudadana inédita y masiva, que colapsó la céntrica Puerta del Sol de la capital española durante más de un mes.
Al llamado de la “marcha de los indignados”, siete columnas de “caminantes” volvieron a tomar la céntrica plaza madrileña, donde acamparon y volvieron a celebrar las asambleas y debates como era habitual en la segunda quincena de mayo.
Al corazón de la plaza llegaron los “peregrinos-indignados” con numerosas peticiones, reivindicaciones e iniciativas para mantener viva una protesta ciudadana que defiende su apartidismo y su absoluta desvinculación de sindicatos o grupos de poder.
Precisamente una de las propuestas más vitoreadas en los debates de hoy fue la de expandir el movimiento del 15M al resto de Europa, al coincidir en que tienen motivos comunes para el desencanto: el pacto por la estabilidad del euro, el plan de rescate a Grecia y el mantenimiento de políticas económicas de carácter neoliberal que “siguen beneficiando a los grupos financieros”.
Después de varias horas de debates y asambleas, alrededor de las 9 de la noche un grupo de unos mil “indignados” decidieron trasladar su protesta a las puertas del Congreso de los Diputados, tal como hicieron en plena movilización de mayo y junio, en la que volvieron a gritar con las manos en alto “estas son nuestras armas” y “no nos representan”.
El único momento de tensión de la protesta fue cuando un grupo de “indignados” decidió bloquear la céntrica calle de La Castellana, en protesta porque el ayuntamiento del conservador Alberto Ruiz Gallardón cortó el agua al campamento masivo. Además realizaron plantones pacíficos frente al Ministerio de Sanidad, en el Ayuntamiento de Madrid y el Banco de España.