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Ver día anteriorDomingo 17 de julio de 2011Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Trascendente aniversario
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ace un tiempo escribimos acerca de una de las instituciones educativas más sólidas y relevantes de nuestro país: el Instituto Politécnico Nacional (IPN); el Poli, como es popularmente nombrado. Lo fundó en 1936 el presidente Lázaro Cárdenas, con el propósito de organizar un sistema de enseñanza técnica para formar cuadros de obreros, técnicos y profesionistas que desarrollaran la industrialización de México.

Resulta muy interesante conocer que en su creación se integraron instituciones ya existentes, algunas desde el siglo XVII, lo que le da una prosapia semejante a la de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que es en muchos sentidos heredera de la Real y Pontificia Universidad, la primera que se creó en el continente americano, en el siglo XVI. El Poli agrupó a la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas, la de Medicina Homeopática, la Superior de Comercio y Administración (ESCA), la Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME), la Superior de Construcción y un bloque de escuelas del antiguo Instituto Técnico Industrial.

El sitio elegido para levantar la flamante institución fueron los terrenos de la que había sido la hacienda de Santo Tomás. Tras la Independencia ahí se edificó la primera escuela de agricultura y en 1857 se instaló en el inmueble la Escuela Nacional de Artes y Oficios.

Este año el Politécnico cumple 75 de haber sido creado y sus logros son de presumir. Actualmente atiende alrededor de 160 mil estudiantes en sus diversas vocacionales y escuelas de educación superior y posgrado. Su patrimonio incluye 94 predios y 141 inmuebles. Tiene 2 mil 461 aulas, 136 talleres y mil 482 laboratorios. Sus instalaciones se encuentran en 17 estados y cuenta con 51 unidades académicas en 25 ciudades. A lo largo de su existencia ha formado miles de técnicos, administradores, médicos, ingenieros, biólogos y de múltiples oficios y profesiones, primordialmente relacionadas con la ciencia y la tecnología. Buena parte de ellos ha tenido una participación activa en la formación del México moderno.

Ahora lo dirige una capaz mujer: Yoloxóchitl Bustamante, egresada de la institución, cuya población femenina representa 40 por ciento de la matrícula. En 2007 se estableció un programa de gestión con perspectiva de género para impulsar una cultura de equidad.

Entre sus vastas instalaciones tiene antiguas construcciones de valor histórico, como el antiguo convento de San Lorenzo, que se encuentra en el Centro Histórico. Aquí se estableció la primera Escuela de Artes y Oficios, y tiempo después lo ocupó la EIME, que se tornó en la EITE, y en 1936 en la ESIME, dependencia politécnica que ha formado a muchos de los mejores ingenieros mecánico-electricistas del país. Actualmente es un Centro de Educación Continua, en donde, por cierto, se reúnen los miembros de la Asociación de Cronistas del Distrito Federal, que hoy dirige el cronista politécnico Jaime Valverde.

Esta añeja edificación contrasta con las modernas y funcionales construcciones que conforman la Unidad Zacatenco. Aquí se encuentra el planetario Luis Enrique Erro, que tras su remodelación en 2006 es el más avanzado de América Latina. También tiene su sede la Orquesta Sinfónica del IPN, que ha logrado prestigio internacional con la dirección de Gabriela Díaz Alatriste.

Otros aspectos en que destaca la institución es en publicaciones, área que nació en 1954 cuando crearon sus Talleres Gráficos y en la televisión, con el Canal 11. Sin duda una de los tesoros politécnicos es el Cinvestav-IPN, que es el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados. Aquí se han formado generaciones de científicos e investigadores del más alto nivel.

Ahora, con motivo del jubiloso aniversario, La Jornada ha publicado el libro El IPN: 75 años con México, que nos muestra la trascendencia de la institución. El volumen inicia con un magnífico texto del poeta Hugo Gutiérrez Vega, nuestro querido y admirado director del suplemento cultural. Es una obra que hay que tener.