Economía
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El índice llegó a 6.4 por ciento en junio, la cifra más alta en tres años, según reporte oficial

Incremento en el precio de los alimentos disparó el nivel de inflación en China

El aumento, a pesar de que el banco central ha aumentado la tasa de interés tres veces este año

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Yang extiende su colección de billetes de 1 jiao (un décimo de yuan) para que les dé el sol y prevenir así la humedad y el deterioro de estos durante el verano. Su colección, que data de varios años, tiene un valor aproximado de 309.4 dólares estadunidensesFoto Xinhua
 
Periódico La Jornada
Domingo 10 de julio de 2011, p. 28

Pekín, 9 de julio. El índice de precios al consumo (IPC) de China, indicador que mide la inflación, subió en junio a 6.4 por ciento, su mayor nivel en tres años, debido principalmente al alza de los alimentos, reportó este sábado la Oficina Nacional de Estadísticas.

La subida de la inflación aviva los indicios de que la política económica de la segunda mayor economía del mundo seguirá endureciéndose.

El incremento en el precio de los alimentos es un factor particularmente sensible para las capas más pobres de la población. Sus costos han aumentado 14.4 por ciento en lo que va del año y tan sólo el precio de la carne de cerdo se ha disparado 57.1 por ciento.

El monto en comida representa una tercera parte de los gastos de una persona en China. El gobierno ha hecho una de sus prioridades la lucha contra el incremento de los costos de la vida, un factor de inestabilidad social.

El índice de precios al consumidor en junio se sitúa por encima del de mayo, que fue de 5.5 por ciento, y por arriba del 6.3 por ciento que esperaban los analistas, debido también al incremento de precio de los bienes de consumo y la vivienda.

El primer ministro chino, Wen Jiabao, reconoció el mes pasado que el gobierno tendrá dificultades para cumplir con su objetivo de limitar la inflación en 4 por ciento para todo 2011.

Los datos de la inflación en China se han convertido en el indicador más observado del país asiático en los meses recientes, a medida que los inversionistas buscan señales sobre un posible cambio en su política monetaria, tras nueve meses de endurecimiento.

El encarecimiento de los alimentos ha disparado la inflación china a su máximo desde 2008 y las medidas para contener los precios pueden provocar un frenazo en la segunda economía mundial, con graves consecuencias para el resto del mundo.

El aumento de inflación se produjo a pesar de que el banco central ha aumentado la tasa de interés tres veces este año, la ocasión más reciente fue apenas el pasado miércoles.

Dadas estas condiciones, la persistente inflación sigue siendo el mayor riesgo por ahora. Entre los objetivos del gobierno estaba no sobrepasar una inflación anual de 4 por ciento este año, pero se ha fracasado, pues el IPC subió más de 5 por ciento en los recientes cuatro meses.

Para luchar contra un rápido aumento en la cantidad de dinero en circulación, lo que alimenta la inflación, el banco central ha elevado cinco veces la tasa de interés desde octubre, así como las reservas obligatorias de los bancos, limitando el dinero que estos pueden prestar.

Con Estados Unidos y las economías de la zona euro registrando un lento crecimiento, China pasó a ser uno de los más potentes motores de crecimiento del mundo y los inversores temen que Pekín pueda poner en riesgo este rol al endurecer demasiado la política monetaria.

Los encargados de la política económica china tienen que equilibrar los intereses enfrentados de mantener un crecimiento fuerte y estable, pero asegurar que la inflación no se descontrole. El gobierno aspira a un crecimiento este año de 8 por ciento.