La arquidiócesis primada de México protestó de manera enérgica por la actuación viciada, mal intencionada y perversa de la justicia, al confundir a María Carrera Rivera, prima del cardenal Norberto Rivera Carrera, con otra persona y detenerla por presuntamente portar mariguana en su vehículo.

Sin la menor profesionalidad por parte de la autoridad investigadora se confundió a la detenida (la prima del cardenal) con otra persona de nombre María Cabrera Rivera, señaló el responsable de comunicación social de la arquidiócesis, Hugo Valdemar.

En rueda de prensa, criticó también a los medios de difusión locales que sin ningún escrúpulo, ni ética profesional dieron la noticia en Durango con la clara determinación de denigrar la imagen del cardenal.

Con sus encabezados, refirió, daban a entender a la opinión pública una complicidad del cardenal (Rivera) con estos actos ilícitos, como si el arzobispo de México fuera responsable de la actuación de todos y cada uno de sus familiares.

Valdemar indicó que para vergüenza de la autoridad investigadora y del juez se detuvo con toda injusticia a la señora Carrera Rivera, cuya fama fue denigrada públicamente, por lo cual valora si procederá por los daños que a su imagen causaron. El vocero de la arquidiócesis señaló que la detención se convirtió en una injusticia, porque se concretó, pese a que no coincidían ni el nombre, domicilio y los documentos con que se le inculpaba a la prima del cardenal.

El presidente del Colegio de Abogados Católicos de México, Armando Martínez, indicó que al momento de ofrecer pruebas en la causa penal 6/2011, del juzgado segundo de Distrito, se probó que se violó el principio de antijuridicidad, al no coincidir el nombre de la indiciada, ni la firma, domicilio y huellas dactilares encontradas en el vehículo, el cual tampoco se comprobó que fuera de su propiedad.

Tras señalar que eso confirma la aberrante actuación de las autoridades y la violación a las garantías individuales de la prima del cardenal, estimó que es imprescindible investigar para detener, y no detener para investigar.

Aparte, la Iglesia católica criticó en su órgano informativo Desde la fe a la clase política mexicana que busca el poder para provecho personal, tomando distancia de valores éticos y morales. “Nada extraño es que vivamos en la cultura de la corrupción y la simulación, el cinismo y la desvergüenza sellada por aquella frase que se ha vuelto escuela de nefastos políticos: ‘El que no tranza, no avanza’.” Además, lamentó que en México aún se entienda la separación entre Iglesia y Estado como la contraposición de ambas instituciones y no como la autonomía de cada una en lo que les corresponde.