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Acompañado por la Sinfonietta de Roma, recibió ovación luego de tres horas de concierto

El cineasta italiano Nanni Moretti hizo un recorrido sonoro por 35 años de trayectoria
 
Periódico La Jornada
Lunes 13 de junio de 2011, p. a14

Roma, 12 de junio. ¿Quién mejor que el mismo Nanni Moretti para repasar su filmografía? El director italiano se presentó en el Auditorio de Roma para ofrecer un concierto de las bandas sonoras de sus cintas, en el que por medio de imágenes revivió 35 años de oficio y recitó algunos diálogos.

Mientras en el centro de Roma cientos de miles de personas reivindicaban el orgullo gay y celebraban la visita del icono del pop Lady Gaga, el cineasta romano congregó la noche del sábado a más de 2 mil personas en ese auditorio reconocido por su acústica y el cual es obra de Renzo Piano, en un homenaje a su ciudad y a su público.

Piersanti y Piovani

Acompañado de más de 50 músicos de la orquesta Roma Sinfonietta, Moretti, como si se tratara de un tenor, subió al escenario y comenzó un recorrido por su cinematografía, con los dos compositores que lo han acompañado a lo largo de su carrera: Franco Piersanti y Nicola Piovani, quienes se alternaron la dirección de la orquesta.

La velada, que se repitió el domingo, comenzó la obra Io sono autarchico (1976), con la que debutó el cineasta.

Los fans se deleitaron con algunas escenas de Ecce Bombo (1978), su primera película presentada en Cannes y su primer gran éxito de público. La trama se centraba en cuatro jóvenes que se habían ilusionado con el movimiento revolucionario de mayo del 68 y unos años después estaban desorientados.

La amarga comicidad de la historia gustó también a la crítica. Yo creía que había hecho una película trágica, pero gracias a este equívoco seguí trabajando, comentó Moretti, cuya visión sarcástica de la cotidianidad ha marcado su cine.

Nacido en 1953 en una pequeña ciudad del norte de Italia, Brunico, cuando sus padres estaban de vacaciones, Moretti y su cine encarnan como ningún otro el espíritu y la evolución del intelectual de clase media romano.

Así se escucharon las bandas sonoras de Sogni d’Oro (1981) y Bianca (1984).

Moretti no olvidó algunas de sus obsesiones, como el chocolate (su productora se llama Sacher y los cines que tiene en Roma, Nuovo Sacher).

La messa è finita (1985) fue su primer trabajo con el compositor Piovani, quien se sentó al piano para interpretar el llamado vals del chocolate, la escena de la película en la que un Moretti, quien encarna a un cura, visita una fábrica de chocolate.

Fueron casi tres horas de concierto, que se coronó con una rendida y sentida ovación de los presentes, entre quienes estuvieron Walter Veltoni, ex alcalde de Roma, o Silvio Orlando, actor y colaborador habitual de Moretti.