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Calculan que 20% de la población no irá al trabajo ni a la escuela

Sicosis en Roma por la difusión en Internet de una predicción de terremoto para hoy
 
Periódico La Jornada
Miércoles 11 de mayo de 2011, p. 23

Roma, 10 de mayo. Las calles de esta ciudad, normalmente llenas de actividad, se vaciaron este martes ante la remota posibilidad de un terremoto. La sicosis impera desde que hace algunas semanas se empezó a difundir en redes sociales de Internet una predicción atribuida al sismólogo y astrónomo autodidacta Raffaele Bendandi, fallecido en 1979, sobre un devastador temblor para el día 11.

Las provincias cercanas a la capital tienen repletas sus instalaciones de alojamiento. El barrio chino estaba desierto este martes y se calcula que al menos 20 por ciento de la población no irá a trabajar ni acudirá al colegio este miércoles. Cientos de negocios han cerrado por motivos de salud, familiar o inventario.

Los temores de que Roma desaparezca repentinamente por un terremoto desataron el pánico en algunos sectores de la capital. Durante meses, blogs, páginas web y redes sociales aseguraron que según predicciones atribuidas a Bendandi, el 11 de mayo de 2011 la capital italiana se vería sacudida por un fuerte terremoto.

Según estudiosos, Bendandi estaba convencido de que podían pronosticarse los movimientos telúricos con base en la interacción entre los plantes y las posiciones del sol y la luna.

Bendandi pronosticó la fecha de un terremoto en la zona del Adriático en 1923, un 2 de enero. El temblor ocurrió en esa fecha pero con dos años de diferencia. Esa fue la única ocasión que una de sus predicciones se cumplió, más o menos. Estudiosos de los manuscritos de Bendandi afirmaron este martes que en el trabajo del astrónomo no hay una sola palabra sobre un terremoto en esta fecha e ignoran por qué se le atribuyó tal predicción.

Bendandi debe su fama a que en 1927 recibió lo que durante la Italia fascista de Benito Mussolini equivalía a un título de caballero. Pero años más tarde, el gobernante se fastidió de que el individuo predijera temblores constante y equivocadamente, y le prohibió hacer anuncios públicos bajo amenaza de desterrarlo.