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El hijo del activista narró a la Coddehum detalles del ataque

Fue un comando de 30 personas el que asesinó a líder ecologista
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 22 de abril de 2011, p. 27

Chilpancingo, Gro., 21 de abril. El visitador general de la Comisión de Defensa de Derechos Humanos de Guerrero (Coddehum), Hipólito Lugo Cortés, desmintió que el gobierno estatal haya otorgado medidas cautelares para proteger al campesino ecologista Javier Torres Cruz, asesinado el lunes pasado en el municipio de Petatlán.

Tras lamentar su deceso, el funcionario recordó que la institución a su cargo lo acompañó a la ciudad de México el 16 de septiembre del año 2007, cuando rindió declaración sobre el crimen de la defensora de los derechos humanos Digna Ochoa, ante la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal.

“A partir de esas declaraciones él y su familia quedaron en una situación de vulnerabilidad y de riesgo, empezaron a ser perseguidos por gente de Rogaciano Alba Álvarez –preso en el penal de Puente Grande, Jalisco– por su trabajo de protección de los bosques, ya que sus denuncias afectaron intereses”, relató.

Recalcó que la Coddehum solicitó medidas cautelares para Torres Cruz al titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado, Eduardo Murueta Urrutia, en 2008, a partir de la denuncia de que fue detenido por elementos del Ejército Mexicano.

Consideró que en la PGJE hubo seguimiento a la petición de las medidas cautelares, “pero no a la aplicación de medidas para prevenir la muerte del activista, pues se habló de dotar a su familia de radios de comunicación, pero no se atendió la solicitud.

Narró que el martes 31 de marzo, representantes del Taller de Desarrollo Comunitario (Tadeco) visitaron la comunidad de La Morena, donde se corroboró su muerte, y dijo que la PGJE inició una averiguación previa por homicidio y lesiones en agravio de Javier Torres Cruz (el occiso), Felipe Torres Cruz y Alfredo Barreto Martínez, sin que se les practicaran diligencias.

Relató que, según el hijo del ecologista, David Torres Mojica, 30 personas, algunas vestidas de negro y encapuchadas y otras más con uniformes verde olivo, perpetraron el homicidio cuando Torres Cruz regresaba del Ejido de la Botella, donde habría ido a visitar a su esposa.