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El músico hará dos conciertos hoy en el Teatro de la Ciudad, parte del cierre del festival fmx

Con mirar de provinciano, Pat Metheny toma el pulso al mundo desde hace 40 años
 
Periódico La Jornada
Sábado 26 de marzo de 2011, p. 7

Pat Metheny en entrevista con La Jornada: He andado ya 40 años en la música con el mirar de un provinciano de Misuri. Y sí, sucede que pongo el índice sobre el pulsar del mundo en el instante menos esperado, que puede suceder sobre el escenario: haciendo música.

Es muy conocido el trabajo de Pat Metheny con su grupo o bien en el formato trío, que por cierto hará hoy en dos conciertos en el Teatro de la Ciudad, a las 17 y a las 20:30 horas, en la parte culminante del fmx-Festival de México.

Lo que no es conocido es la amplitud mayor de su trabajo, en particular su conquista máxima: construir una orquesta sin músicos, en un dispositivo que llamó Orchestrion (La Jornada, 20 de junio 2010), en honor a aquellos dispositivos antiguos y paralelos a los pianos mecánicos. Tampoco se habla mucho de su cercanía con el compositor Steve Reich, con quien elaboró un proyecto harto complicado y exitoso.

Deudas y conquistas

Esos dos son los temas de la siguiente entrevista.

–¿Está usted en deuda con el compositor Conlon Nancarrow?

–Desde luego; fue el referente musical, verdaderamente de nivel elevado, que resultó único y primordial para mí. El otro es el compositor francés Georges Antheil, quien escribió el Ballet Mechanique. Nancarrow logró algo inaudito: trascender los instrumentos y lograr sonidos que nadie en el mundo podría ejecutar. Muchas ideas creativas que he desarrollado se las debo a él. De hecho, me gustaría difundir su música mediante mi trabajo. No es que le falte reconocimiento, lo que sucede es que su obra es tan trascendente que me parece muy importante que siga siendo conocida aun dentro de los siguientes 100 años.

–Nancarrow construyó su propia orquesta sin músicos debido a que se negaban a interpretar su obra, porque les parecía muy difícil, ¿es su caso?

–Para nada. Me llevo muy bien con los músicos y me encanta verlos tocar cuando escribo para ellos, me hacen percibir el honor y la fortuna de ser un compositor celebrado. Mi intención al construir mi orquesta sin músicos no fue remplazar a nadie, sino llevar al límite la experiencia de tocar solo, esa experiencia tan singular e irrepetible de lograr resultados que nadie más podría lograr, sencillamente porque se trata de una situación en solitario.

“Mientras más me veo involucrado en el dilema tecnología/música, me convenzo más de que lo mío no son las bocinas. A mi parecer, la música electrónica es algo completamente plano. En cambio, la música acústica es interesante de manera intrínseca. En eso me concentré en el Orchestrion, porque el sonido acústico es algo que puedo poner por completo bajo mi control, para elaborar conceptos.”

Foto
Metheny reconoció a Colon Nancarrow y Steve Reich como sus grandes influenciasFoto Guillermo Sologuren

–Al realizar el Orchestrion, usted dijo que ése era un camino para hacer la música ideal. ¿Alcanzó ese ideal, encontró el camino?

–Al principio fue el camino, pero del miedo... a que no funcionara el aparato. (Ríe a placer.) Y todo estuvo empedrado de dificultades: los ingenieros a quienes encargué que construyeran dispositivos electrónicos no entregaron a tiempo su trabajo, lo cual me encaminó hacia el pánico. Entonces busqué el camino, pero de salida. Ahora que lo puedo ver en perspectiva, después de más de 200 conciertos en gira con ese aparatazo, puedo respirar tranquilo, tanto, que ya estoy pensando cómo será el siguiente Orchestrion que construya.

–El amplio rango de sus intereses creativos ya lo había extendido anteriormente con el proyecto que realizó con el compositor Steve Reich. ¿Hay conexión entre estos dos caminos?

–Sí que la hay, le explicaré de qué manera, pero antes y para eso debo hacer notar que el proyecto con Steve Reich consistió en grabar ocho pistas con guitarra, dos con bajo y finalmente en un estudio ejecuté la decimoprimera en guitarra, en contraposición con las restantes. Para celebrar sus 70 años lo hicimos en vivo en el Carnegie Hall, en un concierto con el Kronos Quartet. Me recuerdo en el proscenio, solo, tocando frente a una grabación hecha por mí mismo. En ese momento tomé la decisión de encargar dispositivos electrónicos para mi Orchestrion. Esa es la conexión.

–¿Y la conexión Nancarrow-Reich, hacia dónde lo conduce?

–A encontrar mis dos influencias mayores en música: Miles Davis y Steve Reich; este último porque es capaz de posar su dedo en el pulso del mundo (lleva Metheny su dedo índice a la base de la palma de su mano izquierda, allí donde late el pulso del corazón), eso es evidente en su música. En eso consiste el estar vivo, aquí y ahora. Y que lo haya logrado en la escritura musical, más que en la improvisación en vivo, es lo que más me emociona. Steve Reich está ligado al jazz de manera insospechada. Es capaz de cristalizar los sentimientos, convertirlos en notas que interactúan en la página pautada. Para decirlo de una vez por todas: Steve Reich es lo máximo.

–¿Usted ha logrado posar su dedo índice sobre el pulso cordial del mundo?

–Estoy en esas. Por lo menos estoy en el camino. He andado ya 40 años en pos de eso, y por lo menos me siento muy orgulloso de intentarlo, transitando un camino ancho, en una diversidad de tareas y con una mirada muy personal, muy idiosincrática, con el mirar de un provinciano de Misuri. Y sí, sucede que pongo el índice sobre el pulsar del mundo en el instante menos esperado, que puede suceder sobre el escenario: haciendo música.