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Termina la primera muestra del también cineasta albano en la Galería Kurimanzutto

Anri Sala contrasta la resonancia de CU con San Miguel Chapultepec

El eco y la trasposición son los ejes de su propuesta

Exhibe una obra que hizo con Edi Rama, alcalde de Tirana, con despliegue de dibujos y registro de la conversación entre varias personas

 
Periódico La Jornada
Sábado 19 de marzo de 2011, p. 3

Una pequeña, casi imperceptible caja de música, empotrada en el ventanal de la sala de consulta de la Biblioteca Central de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), hace eco con su similar montada en una ventana en la galería Kurimanzutto, en la colonia San Miguel Chapultepec. La obra emplazada en Ciudad Universitaria se llama No window, no cry.

Para su exposición, la primera con José Kuri y Mónica Manzutto –que hoy concluye en la galería ubicada en Gobernador Rafael Rebollar 94, colonia San Miguel Chapultepec–, el artista y cineasta albano Anri Sala (Tirana, 1974) pidió establecer una resonancia en un edificio público hecho por un arquitecto reconocido.

La idea del eco, junto con la de trasposición son los elementos clave de la exhibición que consta de varias partes. De niño uno piensa que el eco es una repetición de la voz, sin embargo, cada vez que se repite es diferente. Entonces, no es una repetición, expresa Sala.

De esta manera, en un lugar totalmente oscuro, uno puede comprender dónde está el espacio, aunque no lo vea, porque el eco le da una sensación de dónde está.

Para el entrevistado, el fenómeno del eco funciona en diferentes niveles, inclusive, en un contexto más social, cultural o político, ya que la manera en que un lugar responde a uno tiene que ver con una respuesta.

Señal sin marco

A Sala le interesa el sonido, pero más bien en sonidos que son muy elaborados y en términos de lenguaje aún no han sido articulados. Son elaborados en el origen al dejar la obra, pero todavía no tienen una articulación completa en la mente del público. Así que hay espacio para dudar, para decidirse; hay un espacio libre alrededor del sonido en relación con el lenguaje, pero respecto de la imagen el sonido es mucho más difícil de enmarcar. Es este no enmarcamiento del sonido lo que me interesa. El sonido de alguna manera es como una señal sin marco.

Desde el espacio principal de la galería se escucha una canción conocida que proviene de la película Le clash, de la autoría de Sala, en que dos músicos atraviesan lentamente una sala de conciertos abandonada de la que surge dicha melodía, al mismo tiempo que giran la manija de un organillo. Estos sonidos se sincronizan con la tonada salida del instrumento, creando un efecto estereofónico simultáneo. Por el mismo lugar, un hombre vaga con una caja musical bajo el brazo y gira también una pequeña manija de la que se interpreta nota por nota una versión distinta de la misma canción.

En un edificio vecino a la galería se ha colocado un abanico iluminado previamente utilizado en el performance 5 flutterbyes que, basado en el aria Vogliatemi bene, un bene piccolino, de la ópera Madama Butterfly, es un dueto entre cinco sopranos y dos barítonos que se escucha en el jardín.

Una sala en la parte posterior de la galería alberga un trabajo hecho conjuntamente por Sala y Edi Rama, alcalde de Tirana y líder de la oposición albanesa, en la que se despliegan dibujos al mismo tiempo que se escuchan conversaciones entre Rama con el crítico de arte Michael Fried, el artista Philippe Parreno, el filósofo Marcus Steinweg y el político Erion Veliaj. Cada conversación revela la tensión entre el primer plano de la mente y el enfoque de la mirada de los dibujos, o garabatos, producidos por la mente ausente de Rama.

Sala empezó a pintar de niño, luego ingresó en la Academia Nacional de Artes de Tirana. Al trasladarse a París estudió video, fotografía y cine.