Sociedad y Justicia
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Menos de 10% de pacientes reciben atención, ante prejuicios y estigma social, asegura funcionario

En México, enfermedades mentales superan a las cardiovasculares y el cáncer, según la Ssa
 
Periódico La Jornada
Miércoles 16 de marzo de 2011, p. 49

En México, los padecimientos mentales superan incluso a los cardiovasculares y el cáncer; y menos de 10 por ciento de dichos pacientes son atendidos, advirtió Carlos Campillo, titular de Servicios de Atención Siquiátrica de la Secretaría de Salud (Ssa).

Luego de participar en la presentación del libro Salud mental, discriminación y aseguradoras, el funcionario aseveró que entre los mayores obstáculos para el tratamiento de estas enfermedades, además de la ignorancia sobre ellas, se encuentran los prejuicios y el estigma social que sufren los pacientes.

Por lo menos uno de cada 20 mexicanos sufre enfermedades mentales fuertes en algún momento de su vida, pero muchos no se asumen como enfermos y viven su problema como una vergüenza que es necesario ocultarle a los demás, advirtió.

A pesar de lo anterior, Campillo destacó que la mayoría de las enfermedades siquiátricas ya están contempladas en el Seguro Popular, entre ellas la esquizofrenia, el déficit de atención, el transtorno bipolar, la depresión y prácticamente todas las variantes de sicosis.

De igual forma, anunció que las autoridades preparan una ley federal de salud mental que ayude a mejorar los servicios para los pacientes que lo requieran, con pleno respeto a sus derechos humanos y en busca de integrarlos socialmente.

Está en fase complicada, pues tiene aristas muy técnicas desde el punto de vista médico y del derecho, y requiere gran consenso de la sociedad; sin embargo, podría estar lista para su presentación ante el Congreso en dos meses.

De aprobarse la citada iniciativa, el gobierno estaría en condiciones de aumentar los recursos que actualmente dedica a la atención de enfermos mentales –de sólo 2 por ciento del presupuesto general del sector, frente al 10 por ciento recomendado por la Organización Mundial de la Salud–, e incorporar este servicio en los hospitales generales.

En la presentación del libro, Campillo se dijo sorprendido por lo intrincado de los métodos de las aseguradoras para negar sus servicios a quienes tienen males sicológicos, y sobre todo por la protección que tienen esas compañías en la legislación mexicana, aunque sean unos monstruos.

Al tener como única prioridad las utilidades, tienen una carencia absoluta de compromiso social, además de aplicar un criterio totalmente distinto en sus sitios de origen, donde sí aceptan cubrir enfermedades mentales, lo cual indica que todavía consideran a México como un país bananero.

Una de las propuestas para resolver dichos abusos, explicó Alejandro Rodríguez, docente de la Escuela Libre de Derecho, es promover acciones de defensa colectiva –en vez de presentar cada caso en forma individual– en las que se demuestre que cualquier argumento de las aseguradoras para negar cobertura a las enfermedades mentales es un acto de discriminación.

Si aun así las compañías se resisten a cumplir, se estudiaría la posibilidad de que un grupo extranjero brindara el servicio que las filiales de México niegan.

Tania Espinosa Sánchez, académica especialista en temas de derechos humanos, apuntó que de un total de 12 aseguradoras estudiadas, 11 no contemplan los padecimientos mentales, y la única que sí los incluye lo hace en forma parcial: sólo cuando esta enfermedad aparece como consecuencia de otra que sí esté en su lista de males atendibles.

En el extranjero sí lo cubren, y esa situación no se entiende. Lo que deja ver esto es la falta de trabajo de las autoridades mexicanas y la impunidad que hay en el país, lamentó.