Desde hace nueve meses, los maestros José del Pilar Ayala Gutiérrez y Antonia Carrillo Servín empezaron una lucha para denunciar el abuso de autoridad, hostigamiento sexual contra madres de familia y diversas irregularidades de Porfirio González Gaucín, ex director de la escuela Primero de Mayo, ubicada en Irapuato, Guanajuato. Ninguna de sus quejas procedió y, en cambio, han sido amenazados para que acallen su protesta.

El pasado lunes, el profesor Ayala Gutiérrez fue advertido por Pedro Antonio Palomino, funcionario del gobierno de Juan Manuel Oliva, que no haga acto de presencia durante la visita que realizó ayer el presidente Felipe Calderón a Irapuato para dotar a niños de cédulas de identidad.

Ayala Gutiérrez y Carrillo Servín denunciaron inicialmente el abuso de autoridad de González Gaucín, lo cual destapó una cloaca sobre una serie de casos en relación con hostigamiento sexual que han sufrido madres de familia y el maltrato físico y sicológico contra sus hijos en el citado plantel, como documentó este diario en su edición del pasado lunes.

En un documento fechado el 7 de junio de 2010, ambos docentes se dirigieron al supervisor de zona, José Luis Rea, para informarle que el entonces director falta al respeto a los maestros y a los alumnos les da indicaciones con amenazas, se interrumpen las clases para organizar funciones de circo, de cine y obtener dinero para destinarlo a convivios dentro y fuera del plantel, en horas laborables.

También le hicieron ver que el director prefería regresar a los niños a sus casas ante el ausentismo de algún maestro, pese a que en la dirección había tres docentes sin grupo. Y reportaron que la falta de higiene en los baños ha generado infecciones vaginales y molestias estomacales recurrentes entre los escolares.

Ante la falta de respuesta, en septiembre pasado, los docentes empezaron una huelga de hambre durante 10 días. El malestar de los tutores por el maltrato a sus hijos y el hostigamiento sexual contra un grupo de madres de familia provocó que los padres tomaran la escuela en ese mes.

Ayala Gutiérrez se reunió cuatro veces con el coordinador de asesores de la Secretaría de Gobierno, Héctor García Cerrillo, para exponerle la problemática, pero lejos de obtener una respuesta, el funcionario le advirtió que más le valía no seguir con sus reclamos.

El costo de exigir un fin a la impunidad fue el desempleo. En noviembre pasado, Ayala Gutiérrez fue despedido y la maestra Carrillo Servín tuvo una sanción de la Secretaría de Educación de Guanajuato (SEG) de ocho días sin goce de sueldo y dos notas malas.

Ayala Gutiérrez recurrió al amparo ante el juez de distrito en turno del décimosexto circuito del Poder Judicial Federal, con sede en la entidad, recurso que le fue negado. También interpuso un recurso de inconformidad en la Procuraduría de Derechos Humanos. A la fecha, Ayala Gutiérrez ha sido amenazado por correo electrónico, donde le advierten que voy a andar en muletas, entre otras.

Este diario volvió a solicitar una entrevista con el titular de la SEG, Alberto Diosdado, pero no hubo respuesta.