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Sería un suicidio si Juan Manuel Márquez decide ser agente libre, dice

Los promotores son el cáncer del boxeo, asegura Ignacio Beristáin

Las negociaciones del pugilista con Golden Boy están empantanadas

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El pugilista está condenado a ser un esclavo de la industria de la promoción, asegura BeristáinFoto Notimex
 
Periódico La Jornada
Martes 15 de marzo de 2011, p. a15

Hasta ayer el futuro de Juan Manuel Márquez parecía poco claro. Aún sin acuerdo con la empresa de promoción de Óscar de la Hoya, Golden Boy, la negociación está empantanada. Se esperaba ya el retorno del pugilista al gimnasio Romanza, en Iztacalco, pero no se reportó con su mánager Ignacio Beristáin.

El entrenador que conduce la carrera del campeón de los pesos ligeros dijo que tanto la promotora como Márquez han perdido el piso. En este negocio –dijo– es común que cuando los peleadores alcanzan cierto nivel se convierten en seres desconfiados. “No es que sean paranoicos, pero voltean a todos lados porque sienten que les quieren robar.

“Y no es que les falte razón –continuó– porque en este negocio los boxeadores son explotados por gente con intereses, principalmente por los promotores.

Esas personas se meten mucho dinero en los bolsillos sin recibir un solo golpe. Los promotores son el cáncer del boxeo.

El problema con Golden Boy ha hecho pensar a Juan Manuel Márquez en la posibilidad de pelear como agente libre, es decir, sin vinculación contractual con ninguna empresa promotora, salida que al mismo Beristáin le parece descabellada.

Para el mánager es un error de Márquez pensar que puede pelear por su cuenta. Es más, asegura que no conoce a nadie que esté en esa situación.

Imposible, porque los promotores construyen monopolios. Don King, Bob Arum, Óscar de la Hoya lo hicieron y, lamentablemente, quien no se adapte quedará fuera, señala.

Incluso visualiza a un pugilista sin contrato con alguna promotora y tratando de conseguir un rival para pelear. Nadie –asegura– aceptará darle una pelea. Entre ellos se pondrán en contacto, se arreglarán y aconsejarán que le nieguen cualquier peleador.

Desgraciadamente el boxeador está condenado a ser un esclavo de la industria de la promoción, advierte resignado, y agrega: Si no acepta las condiciones, el peleador se irá al carajo a rumiar su amargura en completa soledad.

Ahora espera el retorno de Juan Manuel Márquez, quien empezó un programa de entrenamiento que, asegura Beristáin, devolverá lo mejor que tiene el monarca mexicano. Tratarán así de recuperar la elasticidad y estilo fino que perdió para enfrentar las recientes peleas, en las que apostó a desarrollar fuerza muscular en detrimento de sus habilidades.

Hay que corregir malas decisiones de las peleas recientes, expuso molesto, sobre todo cuando enfrentó a Floyd Maywather Jr: “Recuperar lo que le dio la naturaleza y que perdió por escuchar a pendejos que le decían ‘si cargas esta piedra vas a ser más fuerte’. Sí, ganó músculos, pero en habilidad se quedó en cero”.

En la prueba que le hicieron hace poco le gustó lo que vio. Rejuvencer a un boxeador envejecido, volver a verlo danzar sobre la lona.

Cuando lo vean recordarán que es el peleador del gimnasio Romanza. Volverán a ver su figura danzar por todo el mundo, dijo Beristáin en un arrebato poético.